Entre los históricos puentes de Trinidad y Serranos seis
pasarelas para peatones se sucedieron entre el 19 de agosto de 1892 y el 9 de
marzo del 2012. Las cinco primeras para facilitar, principalmente, el
desplazamiento entre el centro histórico de Valencia y la estación de la
Sociedad Valenciana de Tranvías (SVT), la posterior Pont de Fusta, que fue
abierta al servicio público el 8 de julio de 1892 junto con la línea hacia El
Grao y el tramo hasta la antigua terminal Marxalenes. Cantidad de pasos para peatones
sin contar las instalaciones provisionales tras las riadas y para construir la
actual pasarela.
La primera pasarela,
totalmente de madera, tuvo corta vida, ya que el 3 de junio de 1893 fue
sustituida por otra más consistente, con armazón metálico, tablones de madera
como pavimento y toldo, como la anterior, para proteger de las inclemencias del
tiempo a los viandantes. Fue destruida por la riada del 10 de noviembre de
1897, lo mismo que les sucedió a las sucesivas reconstruidas en las avenidas
del 28 de septiembre de 1949 y del 14 de octubre de 1957. Tenían una apariencia
endeble, pero su delgada estructura metálica, que facilitaba el paso del agua,
y la ayuda del puente de Serranos que frenaba la furia de la corriente, las
hizo resistir numerosas crecidas del Turia y sólo fueron arrancadas por las
furiosas riadas mencionadas.
En 1892 la SVT resaltaba que además de evitar mayor caminata
a los viajeros, en poco más de tres minutos y sin sufrir las molestias del sol,
éstos podían trasladarse desde la calle San Lorenzo (actual Muro de Santa Ana)
al tren (Ventura Vidal, noviembre 1945 en Valencia Atracción).
Pont de Fusta - 1948
Después de las riadas de 1957, hubo una pasarela militar
hasta que Pedro Gual Villalbí, Ministro Delegado permanente pro reparación de
daños de Valencia, inauguró el 4 de julio de 1960 el nuevo puentecito cuyo
coste fue asumido por el Plan de Adopción. Era de hormigón armado, 150 metros
de longitud, 4’50 m. de anchura y transversal al cauce del río, no como las
antecesoras que fueron construidas en sentido oblicuo y como recta prolongación
de la actual calle Muro de Santa Ana.
Pont de Fusta - 2011
Es la que duró hasta que comenzaron su derribo el primero de junio del 2011 para que en su lugar la empresa municipal Aumsa construyera, con un presupuesto de 10 millones de euros, el puente que reemplazó desde el 18 de febrero del año siguiente al puente de Serranos para la circulación de vehículos, y una pasarela para peatones, inaugurada el 9 de marzo del 2012, con alma de hormigón pero con pavimento y barandillas de madera de teca en recuerdo de las anteriores a 1957. Volvió el tableteo de antaño, que era muy perceptible cuando los viandantes iban “a tota virolla” al ver, con buena vista en el reloj de la estación o en el suyo de bolsillo, que faltaban pocos minutos para la salida de su tren. Por ello también era conocido como “El Pont de les Corregudes”.
Dijeron en 2012 que
cada día 10.000 viandantes, usuarios del tranvía y vecinos de los barrios
cercanos a ambos lados del actual Jardín del Turia, volverían a pisar madera en
la nueva pasarela Pont de Fusta. Posiblemente le añadieron el que fue su
histórico tableteo tras el éxito del ensayo diez años antes en el Puente de las
Flores.
Hasta la riada de 1949 en Valencia hubo dos pasarelas con
tablones para el paso de peatones, la de Campanar o Del Patronato y la de Pont
de Fusta, así como la zona para viandantes del puente de hierro de Nazaret.
Éste no fue repuesto, ya que desde 1931 estaba el nuevo puente de Astilleros, y
la de Campanar fue reemplazada por una similar a la de Pont de Fusta de 1960 y
continúa en servicio.
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