Archivo Falla Ferroviaria
1931 - La imagen del tren ha sido frecuentemente utilizada para
satirizar costumbres, proyectos cuya realización se eternizan y hechos de
diversa índole. Según las crónicas, la pionera fue en 1884 la comisión de la
céntrica plaza de la Reina de Valencia, a la que siguieron otras en 1912, 1923
y un largo etcétera que sería prolijo enumerar.
A los ferroviarios que les apetecía ser falleros se
apuntaban a una comisión de las muchas que había en Valencia, pero con el auge
de la fiesta en el siglo veinte y la llegada de trenes falleros a partir de
1927 promovidos por la Sociedad Valenciana Fomento del Turismo, los
trabajadores de la Compañía del Norte sintieron el gusanillo de tener falla
propia.
El primer intento lo realizaron en 1931 con el lema “Tot lo
mon viatja” que materializó en monumento efímero el artista Antonio Just
Gimeno, quien tuvo que ser ayudado por el personal de Material y Tracción para
que estuviera terminada para el día de la plantá en el patio de coches de la
Estación del Norte. Encima de una locomotora de vapor había un gran ninot con
una maleta abierta de la que salían pequeños muñequitos representando a
viajeros de numerosas procedencias, y delante una mujer alada simbolizando el
progreso. Plantaron fuera de concurso y los actos programados por la comisión
estuvieron amenizados por la banda de música de Tabernes de Valldigna, dirigida
por José Tormo, quien compuso un pasodoble dedicado a la falla.
Ya en época de Renfe los ferroviarios de la Estación del
Norte lo intentaron en 1944, 1948 y 1961, con buenas fallas y éxito de
reconocimientos pese a plantar fuera de concurso, pero tuvieron que esperar a
1972 para que llegara la continuidad y en la sección especial hasta 1991, año
en el que estuvo a punto de desaparecer la comisión al desalojarlos Renfe de
las dependencias donde tenían su sede desde el año 1972 y dificultarles la
venta de lotería a toda España, que era su principal fuente de financiación.
Pero La Ferroviaria, oficialmente Bailén-Xátiva, resistió, se abrió al barrio y
para acomodarse a modestos presupuestos descendieron varios peldaños en el
escalafón de secciones falleras. Actualmente es un colectivo con amplia
representación de actividades laborales además de ferroviarios de Renfe y FGV.
Su falla de 1973, construida por el artista José Martínez
Mollá con el lema “Publicitat” y aludiendo al exceso de publicidad televisiva,
acaparó el máximo galardón fallero junto a otros muy importantes premios del
Ministerio de Información y Turismo, del Círculo de Bellas Artes y de otras
entidades.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
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