Archivo Municipal
El Sr. Samper como Alcalde de Valencia y con la aprobación de
la corporación había decidido que la plaza de la Reina fuese rotulada con el
nombre de Blasco Ibáñez, el insigne patricio valenciano que estaba llevando el nombre de la ciudad por el mundo entero a través de su obra literaria, que sería con mayor difusión pocos
años después a gracias a la fascinación del cinematógrafo.
La ocasión para su rotulación fue cuando su visita a Valencia en 1921, en clamor de multitud y con múltiples festejos en su honor.
Sin embargo, y a petición del homenajeado, no fue la plaza
de la Reina donde se colocó la lápida obra del artista Benedito, sino en la plaza de Cajeros, donde asistió al acto el
mismo Blasco Ibáñez expresando con estas palabras la razón de su petición,
abarrotada por sus partidarios:
“Yo he pedido el mudar el nombre a la plaza de Cajeros…
cuando yo nací, no existía la plaza de la Reina, en cambio sí la plaza de
Cajeros. Recuerdo perfectamente que en esa misma casa donde habéis colocado la
lápida, hice mis primeras armas como periodista en el periódico La Bandera
Federal, cuya redacción estaba situada en el segundo piso de dicha casa”.
Al terminar su discurso se dio por terminado el acto que había comenzado a la
doce con la lectura del acta municipal por el secretario del Ayuntamiento Sr. Jiménez Valdivieso, quien a los sones de los
clarines y timbales y en medio de una gran ovación, descubrió la lápida.
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