viernes, 27 de octubre de 2017

PLAZA DE TOROS: SU AFORO

Archivo Municipal

Fue aquella una década de grandes obras en la ciudad aún amurallada, al tiempo que iba a significar el primer derribo de un pequeño tramo de su lienzo: el suficiente para dar paso al ferrocarril que se había inaugurado el año 1852, cuyas vías se estiraban justo al lado donde ya se estaba construyendo el coso taurino que Valencia necesitaba, tanto en cuanto la afición por la fiesta nacional gozaba de gran entusiasmo.

Sebastián Monleón y Estellés, arquitecto municipal que venía distinguiéndose por otros logros arquitectónicos fue el encargado de su construcción y puso tanto interés en su cometido, que al ser el Hospital General el principal beneficiario, tuvo a bien renunciar a sus honorarios. Gesto que tuvo la correspondencia muchas décadas después, en 1926, por parte de la Diputación al dedicarle una placa de mármol con su imagen situada en el interior de las instalaciones, que ya matrimoniaban con la nueva estación de Demetrio Ribes desde hacía nueve años, justo al lado.


La imagen nos informa del aforo tras su inicio, de su distribución, con sus gradas, palcos y nayas, que en aras de la comodidad se ha visto reducido con el tiempo.

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