domingo, 1 de octubre de 2017

MONUMENTO AL LABRADOR VALENCIANO

Archivo Municipal

1931 - La huerta valenciana es la esencia de nuestra región y la figura de su labrador bien se merecía un monumento en el “cap i casal”, que iba a ser el primero del periodo republicano que se había iniciado unos pocos meses antes.

Un monumento en piedra del escultor Carmelo Vicent, que no era más que una réplica del premiado con tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1916, entonces tallada en madera por el mismo autor, iba a ser el elegido.

En un marco festivo y dentro del programa de la Feria de Julio, el monumento fue inaugurado la tarde del 3 de agosto de 1931, con la asistencia de una numerosa representación donde no podía faltar la del Tribunal de las Aguas, mediante la presencia de labradoras valencianas que significaban cada una de las  acequias que riegan la vega.

También participaron numerosos municipios de la región en una comitiva que se había iniciado frente al Palacio Municipal, amenizada por la banda Unión Musical, cuyo profesores iban vestidos a la antigua usanza, a la que se sumaron los orfeones del Micalet y La Vega.

El gentío que se congregó frente al monumento en la Gran Vía Marqués del Turia fue inmenso, y entre los invitados se hallaba presente toda la vida social, política, universitaria y cultural valenciana, así como el pleno del cuerpo consular en la ciudad. La Agrupación Valencianista Republicana, la Derecha Regional Valenciana y la Asociación de la Prensa Valenciana, con su presencia, daban el  ejemplo de que la unanimidad en el homenaje al “labrador valenciano”, no admitía duda alguna.

Hubo sentidos manifiestos por parte de los alcaldes de Castellón y Valencia, con vivas a Valencia y a la Republica, en un acto que se cerró con los acordes del Himno Regional, el Nacional y “Lo cant del Valencia” por parte de la Banda Municipal.

El monumento ofrecía la siguiente inscripción: “Any 1931. Las ciutat de Valencia al llaurador valenciá”. Mientras que en la parte posterior figuran dos leyendas, una  de la  La Barraca de Teodoro Llorente:  


“…s’obri, sofrit, lleuger, fort i lleal, el que en l’aspre guaret clava la rella i obri al aigua corrent, fonda canal…”

Mientras que la segunda de Blasco Ibáñez, también de La Barraca, dice así:


 “cuando toda la huerta dormía aún, ya estaba él, a la indecisa claridad del amanecer, arañando sus tierras queridas.

“Festa del LLaurador”, que fue muy elogiada, con su Presidente al frente D. Julio Saborit y su iniciador el sr. Durán y Tortajada, que culminó con una traca que se escuchó a lo largo de toda la Gran Vía.

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