El interior de la gran U edificada está ocupada por una gran
cubierta metálica de arcos dobles rebajados, construida por Enrique Grasset y
Cía. de Madrid, de 196 metros de longitud, 45 metros de luz, 22 de altura libre
en la clave y 12 en los arranques. Doce arcos dobles sujetan el conjunto a los
lados y al suelo con anclajes pivotantes, y tres medios arcos lo integran al
edificio principal, pero todos superpuestos a los muros, de tal forma que ambas
construcciones forman dos áreas diferenciadas.
El amplio patio que antecede a la fachada principal y a la
del oeste, lindante con la calle Bailén, está circundado por una verja de
hierro de carácter racionalista sobre muretes revestidos de trencadís –azulejos
troceados también utilizados como complemento en el vestíbulo y en el ex bar-,
siendo del mismo estilo las puertas y las farolas.
La estación valenciana fue la obra más importante que proyectó
y dirigió Demetrio Ribes Marco, que trabajó para Norte diseñando edificios para
la explotación ferroviaria entre 1902 y 1921, toda su vida profesional, aunque
también dejó su impronta en otras construcciones: la estación Barcelona
Vilanova, actualmente para autobuses, y parte de la de Príncipe Pío en Madrid,
son destacados ejemplos ferroviarios, mientras que el edificio para Correos y
Telégrafos en Castellón, y en Valencia viviendas en el Ensanche y los
derribados Almacenes Ernesto Ferrer, de su participación en otros ámbitos. Una
fructífera carrera que frenó tempranamente la muerte en 1921, cuando sólo tenía cuarenta y cinco años.
Fue un arquitecto meticuloso que lo proyectó todo, guardando
consonancia general el mobiliario, las marquesinas sobre las puertas de entrada
y salida, las escaleras de acceso a las oficinas, las ventanas, las vidrieras,
las taquillas, incluso los primitivos servicios que estaban en el exterior del
edificio principal. Para ello contactó con numerosos artistas y artesanos. Como
un director de orquesta no se olvidó de ningún instrumento. Un compendio de
diseño, decoración y proporcionalidad uniendo utilidad con arte.
Una inversión presupuestada en 11,5 millones de pesetas para
construir en 300.000 metros cuadrados, en buena parte propios, la gran terminal
y las dependencias complementarias que
terminaron en 1921.
Un edificio que antes de su apertura al servicio público,
sin actos oficiales por la huelga ferroviaria, albergó entre el 10 y el 31 de
mayo de 1917 la primera Feria Muestrario de España.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
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