viernes, 8 de septiembre de 2017

CENTENARIO DE VALENCIA NORTE - I

Foto Renfe - Años 80.

Monumento Histórico Artístico desde 1983, es uno de los tres iconos del modernismo de principios del siglo veinte en Valencia, protagonismo que comparte con los mercados Central y Colón, éste centenario desde el pasado 24 de diciembre.

Pocos lugares de Valencia son tan conocidos y sirven como punto de referencia para residentes, visitantes y turistas, como la Estación del Norte, todavía conocida así por haber sido la terminal capitalina de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España entre 1917 y 1941, aunque debería denominarse de Norte, y más estando en el sur de la ciudad. Después todas las líneas de ancho ibérico fueron englobadas en la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE) y desde el año 2005 las vías y las estaciones las gestiona ADIF (Administrador de Instalaciones Fijas).

Como edificio público desempeña un papel muy importante, ya que es la céntrica puerta de entrada y de salida de muchos miles de viajeros, 60.000 de promedio diario actual, para trabajo, compras, trámites y ocio, casi totalmente de los trenes de cercanías y media distancia, ya que las emociones de las recepciones y despedidas de los trenes de largo recorrido pasaron en 2010 a la estación provisional Joaquín Sorolla.

Centenaria estación cuyo protagonismo anterior (100.000 viajeros de promedio diario, idas más retornos, en el año 2004), fue sucesivamente disminuyendo por la supresión entre los años 2005 y 2007 de la línea hasta Riba-roja, sustituida por una ampliación de Metrovalencia, por problemas habidos en las líneas de Utiel (alejada hasta San Isidre entre 2008 y 2016) y en la de Castellón por la obras del tercer carril. También la crisis económica y el mencionado traspaso de trenes de largo recorrido a Joaquín Sorolla.

Si tuviera el don de la palabra, València Nord nos hablaría del paso por sus andenes de muchos millones de viajeros, cada uno con su particular historia, y de miles de trenes, con predominio casi total (sólo los Taf y algún automotor como diferentes) de los humeantes de vapor hasta los años sesenta, cuando comenzó primero la rápida dieselización de todos los servicios y después la electrificación de las líneas hacia Tarragona, Madrid por Albacete y Gandía, que posibilitaron la puesta en servicio de los afamados Intercitys y Euromed.

Desaparecieron los mozos de estación, los furgones para equipajes y mercancías de gran velocidad y quienes los cargaban y descargaban, así como la variopinta clasificación en trenes correos, expresos, mixtos, tranvías, omnibuses, rápidos, mensajeros, y algunos bautizados:

 El Sevillano, El Mensajero de Alcázar, El Granadino, …

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

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