Archivo Municipal
En la “puerta del Mar” había un retablo dedicado a la Virgen
de la Bonavía venerada desde tiempos lejanos por los hombres de la mar, que a
la sazón tenían su iglesia en el barrio de los Pescadores, con advocación a la
Nuestra Señora de la Bonavía.
Pero la costumbre se extendía a las demás puertas de la
muralla cristiana, en un hábito que fue iniciado por los Jurados y que se fue
expandiendo por el interior, con tanto arraigo, que a finales del siglo XV eran
muy pocas las calles que no disfrutaban de un retablo: bien a la Virgen o bien
a algún santo.
En el “portal del Coixo”, también de San Juan, se podía
observar desde 1380 su imagen en un retablo de un autor, hasta entonces
desconocido, que se apellidaba Vilaux, por el que cobró quince florines,
cantidad muy importante para la época.
Pocos años después, en 1391, el “portal Nou” lució el suyo,
en el que aparecía “la invención de la Santa Cruz” y Santa Elena. Portal éste en
el que Pere Compte esculpió la imagen de la Virgen en 1471 que fue pintada por
Jerónimo Morell.
En la “puerta de Serranos” se sabe de la existencia de un
retablo en alusión a la Cruz que se había mejorado en 1438 por Berenguer
Matheu. Trabajo de restauración que también se había llevado a cabo en el
arriba citado retablo de la “puerta del Mar”, en 1429, el de la Bonavía, por
parte del carpintero Jaime Roig y el pintor Pedro Travot.
El “portal de Torrente” o de los Inocentes tuvo el suyo en
1436, con unas imágenes de santos, obra de Leonardo Crespi, que había mejorado
a otro colocado el año anterior. En 1439 Berenguer Mateu adornó el “portal de los Judeus” con la
imagen de San Andrés que estaba protegida por un tejadillo de madera.
Uno de los más importantes fue el situado en el “portal de
la Trinidad”, donde al existir una imagen en su nombre, en 1440, se encargó al
imaginero Guillem Camayso un “retaule obrat de fusta”, también protegido por un
tabernáculo pintado por Gaspar Saera y alumbrado por una linterna de aceite.
Tras sucesivas restauraciones en el mismo siglo, en 1505, fue sustituido por
otro retablo pintado por el “venerable mestre Nicolau Falquo”, con un coste de
ciento cinco sueldos.
El “portal del Real” tuvo dos, el primero en 1457 pintado
por Jaime Fillol. Años después, en 1483 y con un costo de cien sueldos, Luis
Pasqual pintó otro costeado por los vecinos. En 1483 Pedro Alboredes pintó una
Virgen para el “portal de Ruzafa”.
Los Jurados, en 1454, acordaron colocar la imagen del Ángel
Custodio en el “portal de Cuarte”, sin embargo, la decisión no se llevó a
efecto hasta que llegado el año de 1475 se tomó la decisión de situar su imagen
en los portales de Serranos, Cuarte, San Vicente y del Mar, los conocidos como
“portals grands”. Acto procesional que se llevó a cabo con gran solemnidad en
dos fechas, el 31 de julio y 1 de agosto de aquel año.
Fuente: S. Carreres Zacares, de Las Provincias
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