Foto de Esteban Gonzalo (1990)
En El Grao de Valencia hubo dos
estaciones para trenes: la del Ferrocarril de Campo, cuyo edificio de 1852 es
el más antiguo ferroviario de España y está a la espera de su reutilización, y
la del Ferrocarril a Bétera por Moncada, de 25 km. de longitud, ancho métrico y
única línea de la Sociedad Valenciana de Tranvías que fue construida con dos
estaciones término en sus extremos y sin proyectos de continuidad. Para su explotación fue subdividida en las
líneas a Bétera y Grao desde la estación central Santa Mónica, posteriormente
Pont de Fusta.
Cuando a las 22:40 horas del 30
de enero de 1990 llegó a la estación Pont de Fusta de Valencia la unidad belga
(popularmente Fabiolo) 3401-6401-3402 procedente del Grao, finalizaron 97 años
y 231 días de explotación ferroviaria de la línea que hasta la proliferación
del transporte regional por carretera transportó millones de toneladas de
mercancías hacia y desde el puerto, como globalizadora de lo que aportaban las
líneas de Bétera, Llíria y Rafelbunuyol para su exportación o lo de importación
que continuaba por ellas, así como un importante movimiento de viajeros,
principalmente en verano cuando los trenes eran masivamente utilizados por los
capitalinos hacia y desde las playas del Cabanyal y La Malvarrosa.
El 8 de julio de 1892 fue abierto
al servicio público el tramo hasta la estación Pont de Fusta, el 7 de abril de
1917 comenzó la tracción eléctrica, aunque durante algún tiempo hubo trenes de
mercancías con locomotoras de vapor, en 1971 fue suprimido el servicio de
mercancías que ya era testimonial, y el 31 de enero de 1990 fue cerrado al
tráfico el trenet del Grao (5,8 km.) junto con la prolongación ferroviaria
hasta la estación Empalme para transformarlo en la primera línea de tranvía
moderno de España, que comenzó sus servicios el 21 de mayo de 1994.
Una estación con dos edificios:
el de final de trayecto en el Grao y un
apeadero en el Cabanyal para dar servicio al Balneario de las Arenas, ambos
dentro en una gran explanación con cuatro muelles de 80 metros de longitud, dos
de ellos cerrados, y dos espaciosas cocheras. Sus vías se prolongaban por los
muelles portuarios y la vía ancha entraba en el recinto de la estación.
Con un cuerpo central de dos
plantas y laterales de una, tipología clásica y ladrillo cara vista, el
edificio del Grao fue proyectado en 1891 por Facundo de los Ríos y Portillo, y
construido por los contratistas Bernardo Lucas y Rafael Badía. Estaba situado
detrás de la aduana y en el denominado barrio de los indios o del Bolo. (Historia de las Estaciones: Arquitectura
Ferroviaria en Valencia).
Su espacio lo ocupa desde el 2007 la última parada para los tranvías de la línea 8 que enlaza con el metro en la estación intermodal Marìtim-Serrería.
Su espacio lo ocupa desde el 2007 la última parada para los tranvías de la línea 8 que enlaza con el metro en la estación intermodal Marìtim-Serrería.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
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