Foto de Luis Vidal Corella
1923 Ca - Amurallada la ciudad de Valencia en tiempos de Pedro el
Ceremonioso, extramuros, la ciudad fue creciendo por obra de sus arrabales.
Cuatro fueron en un principio los caminos de llegada que se situaban ante las
correspondientes puertas de la ciudad, siendo necesaria la construcción de
puentes sobre el Turia cuando se accedía a Valencia desde el norte.
Es el caso del puente en un principio conocido por “dels
catalans”, por el arrabal formado de cuando el Conquistador cedió aquellas
tierras a los repobladores que le acompañaban. Con el tiempo sería conocido
como el camino de Alboraya. Otro arrabal fue el de Morvedre, por donde accedían
quienes llegaban de los Serranos, tomando este nombre el puente y la puerta de
entrada a su continuación.
Los otros dos caminos llegaban del oeste peninsular, el de
Quart y el San Vicente, con sus correspondientes puertas para entrar en la
ciudad.
La marginal derecha del Turia desde Mislata y en su zona de
la Pechina, fue objeto de rica y variada ornamentación sobre sus pretiles, en
especial durante el siglo XVII. Camino que venía a través de Las Cabrillas, y
que llegado a la ciudad se encontraba el visitante con el denominado “frontón de Lo Rat Penat” que a más de su
función de banco, informaba al visitante
de los dos caminos que allí mismo nacían: uno hacia las Torres de Serranos y el
otro como continuación natural del camino, hacia las torres de Quart, con
indicación labrada en sus piedras.
El Frontón de Lo Rat Penat, construido por la “Fábrica de
Murs i Valls”, debe su nombre a su simbología jaimina como remate del mismo,
mientras que en centro se observa el cuerno de la abundancia, también conocido
como de Amaltea, que figuraba en el primer escudo romano de Valentia, como
testimonio de la fertilidad de las tierras que circundan el lugar. En el figura
una leyenda latina que traducida dice: “Siempre esmaltes con bellas flores y
rosas y con plantas y frutos las hermosas riberas del Turia.
Durante los años veinte fue trasladado a los Jardines del
Real, para ser devuelto a su lugar de origen durante la II República.
En la foto de los años veinte vemos al tranvía de la línea 21 rumbo a Mislata, próximo a dejar atrás el"frontón", que, hasta Torrente, había entrado en funcionamiento el 25 de abril de 1895.
En la foto de los años veinte vemos al tranvía de la línea 21 rumbo a Mislata, próximo a dejar atrás el"frontón", que, hasta Torrente, había entrado en funcionamiento el 25 de abril de 1895.
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