Archivo Municipal
La joya del gótico civil valenciano bien se merecía ostentar
en todo su alto la realeza que le corresponde.
"La Lonja de la Seda", con sus cuatro cuerpos ensamblados con maestría: Salón Columnario, Torreón, patio interior y Consolat del Mar, destaca por la
singularidad arquitectónica ornamental con ricas tracerías, por la diversidad
de sus gárgolas y por sus contantes alegorías tanto cristianas como paganas, fundamentadas tanto en la virtud como en el pecado, mientras que el recurso animalesco abunda por doquier.
Y como espacio más suntuoso dispuesto para los medallones, luce un espectacular friso que da realce a la edificación que alojó al
Consolat del Mar. Institución que había sido creado por Pedro I el Grande, como Rey de
Valencia, en 1283 y que tras construcción
de la Lonja, cuya primera piedra fue colocada un 7 de noviembre de 1482, con su Sala de Contratación en un principio, a finales del XV, se llevó a cabo en edificación anexa. Una obra de tres plantas que iba a necesitar casi cincuenta años bajo la dirección de Pere Compte, Joan Corbera y finalmente, Domingo Urtiaga, autor de los medallones.
Sería en 1548 cuando terminada su construcción ornamentada
con medallones que representan a reyes y personajes mitológicos, pasaría a ser conocida la zona a la
izquierda del Torreón como la del Consolat del Mar, cuando la institución iba en su camino hacia los tres
siglos de funcionamiento.
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