martes, 30 de mayo de 2017

UN HUNDIMIENTO EN LA CALLE SORNÍ


1911 – Desde el pasado siglo la calle D. Juan de Austria veía su prolongación en línea recta una vez vencida la calle Colón. Con el tiempo y tras la primera década de la nueva centuria el tramo del Ensanche iba a adquirir su nombre propio. 

El hijo ilustre de la ciudad José Cristóbal Sorní iba a tener su reconocimiento y su nombre iba a quedar rotulando el nuevo eje viario que frente a  la plaza Picadero estaba llamado a dirigir su rumbo hacia el puente del Mar, por donde iban a pasar carros y carretas.

Un lunes de octubre, el día 23 de aquel año, por la mañana y frente al número 4 se abrió el adoquinado, como muy hambriento, y una carro bien cargado de cajas de cebollas, lo más probable hacia el puerto, cayo dentro del hoyo por donde discurre un brazo de Robella, junto el valladar de la calle. La tierra desapareció en un volumen de unos treinta metros cúbicos, donde se alojó el carro, sin ocasionar daño alguno, tanto al carretero como a las tres caballerías que de él tiraban.

Se agravó la situación con la perforación de una tubería de agua que convirtió la zona en una pequeña  laguna, según informaba la redacción del Diario de Valencia.

Como primera medida se soltaron las mulas, no sin gran esfuerzo;  acudieron de inmediato los empleados de Aguas Potables para taponar la fuga,  y tras descargar la cajas de cebollas, sobre las once de la mañana, se consiguió extraer el carro gracias a la pericia de la brigada municipal, que acudió con una grúa, bajo las instrucciones del ingeniero Sr. Pichó quien había tomado el mando de la operativa. 

Aquella misma tarde se procedió a su relleno y adoquinado, siendo numeroso el público que, asombrado, presenció la tarea para que la calle recuperara su normalidad.


Un hundimiento que causó expectación, siendo elogiada la rapidez y eficacia municipal demostrada en una tarea poco habitual.

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