Archivo Municipal
1935 Ca. - Con la construcción de la avenida del Oeste iniciada en los
años cuarenta se puso fin a una calle que había permanecido en el nomenclátor de la
ciudad desde muy antiguo. Su nombre, Molino Rovella, ya figuraba en el plano
del Padre Tosca como continuación de la calle "Sabonería Nova".
Calle por lo tanto desaparecida cuyo nombre se establecía en
recuerdo del "Molí de la Sequía de Rovella", allí mismo ubicado, del que se tiene
conocimiento en la época de la Reconquista y que tras el amurallamiento
cristiano de la ciudad, era el único que existía en su interior, cuyos restos afloraron en el año 2008
cuando se iniciaron las obras para la construcción de la futura línea del metropolitano.
Durante los siglos XVI y XVII el molino albergó la imprenta
de Pedro Patricio Rey, de gran producción literaria valenciana.
Vemos en la imagen de los años treinta una vez construido el Mercado Central (modernista: marquesinas, hierro y cristal en singular armonía) y en primer foco, la rampa de acceso a sus sótanos, y, a la vez, el aspecto que ofrecía la calle Molino Rovella, muy ceñida, de la que se asoma a la derecha la de Juan de Villarrasa.
Vemos en la imagen de los años treinta una vez construido el Mercado Central (modernista: marquesinas, hierro y cristal en singular armonía) y en primer foco, la rampa de acceso a sus sótanos, y, a la vez, el aspecto que ofrecía la calle Molino Rovella, muy ceñida, de la que se asoma a la derecha la de Juan de Villarrasa.
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