“San Vicente Ferrer, tan grande entre los Santos, como
benemérito de su patria, fue el primero que comenzó a recoger los niños
huérfanos bajo la asistencia de unas señoras piadosas. Al efecto, compraron una
casa en 1410, frente a la iglesia de San Agustín; pero decayendo esta
institución, se creó otra en tiempos de Carlos I, quien concedió al nuevo
establecimiento numerosos privilegios.
Felipe IV, después de
la expulsión de los moriscos, cedió el edificio que ocupaban los hijos de éstos
a los huérfanos de San Vicente, y desde entonces este es uno de los muchos
asilos de beneficencia que debe observar el viajero para que pueda admirar la
caridad de los valencianos, y su antigua religiosidad. Dirige este colegio una
junta administración, bajo la vigilancia de un director sacerdote y de las
Hermanas de la Caridad”.
Texto: Guía de Forasteros de Vicente Boix de 1849.
Texto: Guía de Forasteros de Vicente Boix de 1849.
Olá amigo ,
ResponderEliminarbom retornar e apreciar suas postagens sempre com bom conteúdo.
beijos
Joelma