Archivo Municipal
1920 Ca - La esquina a la calle de las Barcas estaba llamada
a ser en los años el punto de crítica ciudadana más suscitado en la ciudad. Nadie podía
imaginar que unas décadas después clamara tal rechazo, una vez finalizado un
proceso urbanístico que iba a modificar el aspecto de la plaza Castelar que ya
nada tendría que ver con el de final de siglo, cuando para la plaza de San
Francisco ya se proyectaba entonces un cambio de su piel, que, tras largo proceso, mayor de
sesenta años, culminaría con la aparición de un edificio que somos muchos
quienes definimos como “horroroso”; en especial por su entorno, que un
arquitecto incompetente observó con desafío.
En noviembre de 1899 -entre las columnas del diario Las
Provincias- se leía la noticia de la inauguración en breve del Hotel Universal
situado en la esquina de la calle de las Barcas, "una nueva fonda
que...será, sin duda alguna, una de las mejores".
El establecimiento iba a ocupar al completo un edificio de
reciente construcción en la plaza de San Francisco, esquina a Barcas, para el
mejor servicio de sus huéspedes en el que "tanto en el decorado como en el
mueblaje, el dueño del Hotel Universal,
D. Matías García, está haciendo un verdadero alarde de esplendidez".
No se quedaba atrás en cuanto a su oferta gastronómica.
"La cocina, sección importantísima en una fonda, llenará cumplidamente las
exigencias del paladar más delicado y del estómago más activo".
Un mes después anunciaba sus habitaciones "de todas
clases y precios...todo género de comodidades... Intérpretes...restaurant y
comedores particulares". Su teléfono, el 847.
Con este nombre seguiría funcionando durante su primer
lustro, para adoptar después el que vemos decorando su esquina: "Gran
Hotel y Fonda de España".
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