1940 Ca. - Los pretiles del río Turia están ligados sólidamente a la
historia de Valencia. Ciudad que nace en una cuna mecida por dos brazos de un
mismo río. Creciendo en superficie y con los siglos, el cap i casal sufrió la
fuerza de sus aguas, ora tranquilas ora tumultuosas. De sus fuertes riadas
surgió la creación de instituciones para la defensa de la ciudad que veía el
peligro de voraces avenidas. De esta guisa nacen la Fábrica de Murs i Valls regulada en 1406 tras la riada de 1358, y la Nova Fábrica del Riu en 1590 que protagonizan importantes páginas de nuestro pasado.
Paredones, pretiles y estribos; muralla, puertas y valladares se iban consolidando
gracias a las sisas sobre el trigo primero y la carne después, como principal
sustento económico que facilitara sus proyectos.
El tramo desde Mislata al puente de la Trinidad, construido
a lo largo del siglo XVII en su marginal derecha, convirtió la zona en un apacible
lugar de paseo que se prolongaba hasta el azud de Rovella.
Había que adecuar el recorrido y no puede extrañarnos la
existencia de frecuentes canapés junto a
recursos arquitectónicos que iban a captar la atención del paseante.
Es el caso de la “lápida de Isis” que junta a otra
encontrada en lugar muy próximo al azud de Rovella, en 1759, decora el pretil frente al actual Complejo
Cultural la Pechina con una inscripción latina que traducida dice:
“Detente, amador de
las antigüedades: Estas dos lápidas sepultadas en el álveo del río, fueron
descubiertas en el año del Señor 1759 y en el siguiente se colocaron en este
más próximo lugar. Di, en dónde y cuándo fueron colocadas”.
Se remata el frontón barroco con tres pomos sobre un rosetón con el cuerno de Amaltea en
alusión al escudo de Valentia. La lápida superior, también en latín, nos
informa el año del hallazgo y el de la colocación del monumento en 1760.
No hay comentarios:
Publicar un comentario