miércoles, 15 de febrero de 2017

UN INCENDIO EN LA CASA DE LA CIUDAD

(Es un montaje de Pep Valencia)

Dicen las crónicas que hubo un incendio en la Casa de la Ciudad, donde, entre otras, tenía la función de cárcel. 

Hablamos del producido a las 19 horas de un 15 de febrero de 1585. Se inició, fue lo más probable, en el Archivo del Racional y las llamas se hicieron dueñas durante más de 24 horas, que transcurridas, no sería hasta el día siguiente cuando llegó el momento de su total extinción. Recinto el citado, cuyas paredes y techumbre fueron embadurnadas con alquitrán por los presos. 


Incendio voraz que supuso la pérdida de miles de documentos, actas de gran interés para la ciudad y la liberación de los presos, toda vez que no había lugar para su encierro, salvo aquellos con mayores penas que fueron trasladados a las Torres de Quart, al torreón del Palacio de la Generalidad y a la prisión del Santo Oficio.

Así detalla las pérdidas el  cronista de la época: “de dicho archivo se quemaron todos los altos de la Sala, con sus legajos; los porches y toda la casa de Baltasar Ximeno, escribano de la sala de los magníficos Jurados, sin que pudiera salvarse absolutamente nada, ni muebles, ni ropas. Quemáronse todas las presiones altas, que vulgarmente se llamaban de la torre; la capilla de los presos y el retablo; las prisiones llamadas Guinneus; las estancias del “Conde y Torre  fonda” y todos los demás departamentos más pequeños”.

También se liberaron los presos, hombres y mujeres, de la planta baja, conocida como “Comuna”, con penas de menor entidad, que cuando abandonaron su presidio cogieron un crucifijo del altar mayor de la capilla, exclamando por las calles gritos de misericordia.

Aquel incendio fue determinante para que en 1586 las Torres de Serranos fueran convertidas en lugar de cárcel por primera vez, hasta entonces fortaleza militar.

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