1806 - En torno a la plaza del Mercado giraba la vida social de la ciudad como punto de encuentro comercial y también lúdico. La famosa horca concentraba la atención ciudadana atenta al reo ante el poder de la justicia. Huerta y ciudad hermanaban sus deseos superadas las murallas. Es así cómo se explica que fuera el lugar idóneo para situar la primera fuente pública de la ciudad, propicia para saciar la sed de quienes a diario acudían a sus proximidades.
De ornamentación barroca, regaló por primera vez sus aguas un 8 de mayo de 1672, obra del arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel quien durante más de treinta años destacó por sus muchas manifestaciones artísticas, entre las que sobresalieron el Colegio San Pio V y la remodelación del presbiterio de la Catedral.
La fuente estaba situada frente a la fachada barroca de los Santos Juanes, equidistante entre la Lonja y el Principal, tal y como se observa en el plano del Padre Tosca de 1704. Para su ornamentación, el principal recurso del autor fueron motivos vegetales en remembranza a la huerta que ofrecía sus productos al mercado.
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