Archivo Municipal
1945 Ca. - Corría el año 1830 cuando el corregidor-gobernador de Valencia Barón de Herves
ordenó limpiar el terreno comprendido entre las puertas de la Trinidad y de
San José, que de antiguo era ocupado por
los madereros; zona muy abandonada que corría junto a los pretiles del Turia en su margen derecho
ante las Torres de Serranos.
Es así como nace la idea de la construcción de las
“Alameditas de Serranos” que situadas una entre los puentes de San José y de
Serranos, diseñada por el arquitecto Francisco Ferrer en 1832, la que se
extendía desde este último hasta al de Trinidad, que observamos en la foto, su proyecto había nacido
de las manos del arquitecto Cristóbal
Sales en 1830.
Años después, el 2 de septiembre de 1837, se acometió la
instalación de unas escalinatas de piedra diseñadas por Salvador Escrig
Melchor, quien trazara la plaza Redonda, como punto de acceso a las "dos
alameditas" situadas en los flancos del puente de Serranos. En la que se
extendía hacia el puente de la Trinidad, se colocaron en 1838 dos esfinges de
autor anónimo, una de frente a la otra, como ornamento al acceso.
Sin embargo no siempre estuvieron situadas en el lugar al
que habían sido destinadas. En la década de los cuarenta, tal y como vemos en la
foto, se fijaban a lo largo de un paseo necesitado de reformas, para ser
colocadas tras la riada de 1957 ante el Pont de Fusta, construido a partir de
1959 que había dejado de ser de madera. El tranvía de la serie 400, fabricado por Construcciones Móviles del Grao en 1943, nos indica la época.
Y allí siguen, pero ya ante un nuevo puente que vuelve a ser
de madera, peatonal, junto a otro que da paso al tráfico rodado desde 2012.
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