Archivo Municipal
La riada de 1957 que inundó la ciudad indicando el nivel de
sus aguas la ruta primigenia del brazo del río de la época romana que la
abrazaba, supuso un antes y un después en la historia evolutiva de la ciudad,
como lo había sido un siglo antes el derribo de la muralla cristiana,
modificando en ambos casos, su aspecto urbano.
En esta ocasión lo que había que erradicar se corresponde
con el paso de las aguas bajo los puentes, cinco de ellos muy viejos,
desviándose por un nuevo cauce en un proyecto conocido como el “plan sur” que
vio su inicio en los años sesenta con obras hidráulicas que se iban a
complementar con nuevas ejecuciones en carreteras, ferrocarriles y urbanismo.
Pero ¿qué destino esperaba el antiguo? Lo vemos en la
maqueta que refleja en sí mismo el Decreto Ley de diciembre de 1961,
básicamente sustentando en unir de forma directa la entrada oeste de la ciudad
con el puerto a través de una autopista, al tiempo que los terrenos anexos iban
a quedar a disposición del Ministerio de la Vivienda. Su desvío se presentaba
como una solución ante los problemas que nuevas riadas pudieran ocasionar,
poniendo en marcha el acuerdo del Consejo de Ministros de julio de 1958.
En cuanto al coste de la inmensa obra que iba a modificar el
aspecto de la ciudad, el mismo decreto contempla una serie de impuestos que
gravan determinados usos comerciales, industriales y de servicios. El más
conocido por su popularidad, fue la emisión de sellos de correos a cuyo
franqueo se obligaba la correspondencia que salía de la ciudad.
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