Como lo es por su naturaleza, en el escudo de una ciudad se
representa parte de su historia.
Valencia ya lo había tenido con figuraciones alusivas al Turia y a su abundancia de época romana, y otro posterior en una representación de la ciudad sobre las aguas, reproducido en la Catedral.
Pero sería en el reinado de Pedro II el Ceremonioso (1336-1387) cuando por decisión de los Jurados se oficializó un escudo que en lo fundamental llega hasta nuestros días.
Pero sería en el reinado de Pedro II el Ceremonioso (1336-1387) cuando por decisión de los Jurados se oficializó un escudo que en lo fundamental llega hasta nuestros días.
En el escudo que nos ilustra la foto vemos el recuerdo al
Conquistador que aparece con la figuración del “rat penat” en lo alto, tan ligada
al rey Jaume I, sobre una corona otorgada por privilegio del rey Pedro. Como base, cuatro palos de gules sobre campo de oro que forman un cuadrado que se sostiene
en uno de sus vértices.
Las dos eles a los flancos vienen de la “guerra de los dos
pedros” (1356-1365) cuando por dos veces la ciudad manifestó su lealtad al Ceremonioso en
su defensa a la invasión que se vio sometida por el rey Pedro de Castilla, por
dos veces. Y en su agradecimiento Pedro II, rey de Valencia, también conocido
como el “del puñalet” tras la guerra de "la Unión", reconoció a la ciudad como por dos veces leal, aunque su
simbología no apareció en el escudo
hasta avanzado el siglo XVII.
Descansa todo el conjunto sobre unas ramas de laurel que nos
traen el recuerdo de la defensa de la ciudad tras la invasión francesa por las
tropas napoleónicas.
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