martes, 13 de septiembre de 2016

EL PUENTE DE SAN JOSÉ

Archivo Municipal


El ensanche de la ciudad por la zona de la morería se produjo a finales del siglo XIV y tuvieron que pasar cien años para que se constate la existencia de un puente que en principio había sido de madera, en 1486.

Los Jurados decidieron en 1500 la construcción de un paso de piedra que, ejecutado a ritmo lento, la riada de 1517 se llevó por delante lo realizado hasta entonces. La obra del nuevo puente y de mayor consistencia se hizo esperar, pues no sería hasta el siguiente siglo cuando se inició su fábrica que verían la finalización en 1607.

Sobre sus barandas se colocaron en 1694 las estatuas de mármol en homenaje a Santo Tomás de Villanueva y San Luis Beltrán (donde según el plano de Manceli de 1608 figuraban sendas cruces) donde permanecerían hasta 1906, que con el ensanche de puente y la colocación de barandillas de hierro, motivaron su traslado al Museo de Bellas Artes en espera de destino. El puente de la Trinidad en 1945 sería el definitivo.

En 1951 haciendo honor a su nombre fue colocada la estatua de San José del escultor Octavio Vicent Cortina sobre la baranda que recientemente habían vuelto a su condición de piedra para sustituir las de hierro, dañadas por la última riada de 1949.

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