Archivo Municipal
1923 - Juan Bautista Benlloch, nacido en Valencia en 1864 en la calle de las Botellas, alumno escolapio de la calle Carniceros donde también lo fue Vicente Blasco Ibáñez con quien debió compartir claustro de recreo infantil,
había iniciado el ejercicio de su sacerdocio en la Iglesia de los Santos
Juanes, pero muy pronto, en 1899, fue encomendado a diferentes labores eclesiásticas que motivaron su salida de la ciudad.
Pronto, en 1902, fue nombrado Obispo de Solsona y cuatro años después lo sería de la Seo d’Urgel, compartiendo el cargo con el de Copríncipe de Andorra junto al Presidente de Francia. En 1917 fue designado Arzobispo de Burgos, dignidad que ocupó hasta su muerte. Con anterioridad, en 1921, había sido designado Cardenal, participando en el cónclave para la elección del Papa Pio XI al año siguiente.
Pronto, en 1902, fue nombrado Obispo de Solsona y cuatro años después lo sería de la Seo d’Urgel, compartiendo el cargo con el de Copríncipe de Andorra junto al Presidente de Francia. En 1917 fue designado Arzobispo de Burgos, dignidad que ocupó hasta su muerte. Con anterioridad, en 1921, había sido designado Cardenal, participando en el cónclave para la elección del Papa Pio XI al año siguiente.
De su autoridad diplomática nos da cumplida cuenta que en
septiembre de 1923 iniciará una misión encomendada por Alfonso XIII por tierras
sudamericanas. Viaje que se inició desde el puerto de Valencia con escalas de
breve estancia en Málaga y Cádiz, antes de tomar el rumbo hacia Canarias y
América.
La jornada del día 4 de septiembre de aquel año fue muy
emotiva para el Cardenal, que vio su inicio con una misa en la Real Capilla de
la Virgen de los Desamparados que se vio muy concurrida de fieles, atentos a
las personalidades que formaban su séquito como embajador extraordinario. Los
balcones de la plaza de la Constitución lucían adornados con cubres y
colgaduras, propios de los mejores días de fiesta.
Hubo comida de despedida ofrecida por el Cardenal a las
autoridades de Valencia y Burgos en el Palace Hotel, con una asistencia
numerosisima que escucharon sus palabras, en especial de agradecimiento al
Monarca por la misión a la que se veía
encomendado, para la que iba a tener el apoyo de un Estado Mayor formado
por religiosos escolapios, dominicos, jesuitas, mercedarios y carmelitas de
origen español, dispuesto a estrechar lazos con la repúblicas hispano
americanas.
Archivo Municipal
Tras una nueva visita a la Virgen, la emoción de la
despedida se trasladó al puerto donde se había habilitado la Estación Marítima
para una recepción a la cuantiosa concurrencia de la vida social, militar,
política, cultural y religiosa de Valencia,
deseosa de saludar al Cardenal durante sus últimas horas, antes de la
marcha.
Inicio de un viaje a bordo del Reina Victoria que, vistosamente iluminado, partía a
las 0,30 horas, con la atención por parte de la Compañía Trasatlántica que lo había dispuesto reduciendo el precio del pasaje.
Durante sus años de cardenalato, no se olvidó de su antiguo colegio, los escolapios de Carniceros, a quiénes, visitó en alguna ocasión, paseando por los claustros que le vieron correr y las aulas donde le impartieron sus primeras lecciones. Habia una entrañable fotogradia, ya desaparecía, de antes de la guerra, dando fe de dichas visitas. Germán Gómez
ResponderEliminarDurante su estancia en Andorra, compuso el poema El Gran Carlomagno, que una vez mustiado , es el himno oficial del Principado de Andorra. Buen día
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