Colección Almenar Blayet
1920 Ca. - La “Nuez de Kola”, comercialmente conocida como Kola
Cortals, tuvo un gran predicamento en la primera mitad del pasado siglo, no
faltando en ningún hogar de los valencianos.
Joaquín Cortals Guiteras fue el inventor, fabricante e
introductor de tan “poderoso tónico reconstituyente” del que gozaba el
privilegio de una exclusiva por veinte años para España y Ultramar concedido
por el Ministerio de Fomento. Había sido puesto a la venta a mitad de la última
década del siglo XIX y su apuesta era por conquistar el mercado al siguiente.
Su fábrica, El Siglo XX, en su nombre establecía el objetivo, estaba situada en la Carretera de
Burjasot, Benicalap, y desde sus instalaciones trasladó sus productos al Palacio de la
Industrias de la Exposición Regional de 1909, donde mediante dos mil botellas
de diversos contenidos, combinando tamaños y colores, llamó la atención del
público presentando un artístico templete cuadrangular.
Si el “rey de la fábrica” era la Kola Cortals, no desdecían
las cremas de moka, vainilla, cacao, menta, chocolate…, mientras que el anisete
Burdeos y el anís El Gallo estaba por su venta al nivel del primero. Absentas,
cognacs, aguardientes, jarabes, vermouths y hasta horchatas salían al mercado,
presentados siempre en lujosas botellas que adoptaban diferentes formas en
función de su contenido.
Lazos familiares me unían a la Fábrica de Kola Cortals en su
último periodo de vida en la fábrica de la ya Avenida de Burjasot, regentada
entonces por Francisco Llorens, donde mi padre tuvo su primer trabajo llegado a
Valencia.
“Kola Cortals”, licor higiénico y siempre entrañable.
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