sábado, 2 de abril de 2016

FIESTA VICENTINA, MOÑOS Y GORRAS.


Años 20 - El moño quedaba atrás en tan humilde moda, junto a los largos faldones que en su complemento uniformaban a la mujer de la época.  El tapado masculino se corresponde con la gorra. Las manos en los bolsillos indican relajo. Entrega al acto popular, que no rendición.

Les “covetes dels sants joans” quedan ocultas por el gentío que acude a la representación milagrera en modesto y festivo fervor. Un friso de banderas decora la base del escenario ante el barroquismo del gran retablo en la trasera de la evangélica iglesia de los Santos Juanes, frente a la Lonja.

Fiesta de San Vicente Ferrer, de gran tradición popular, como se demuestra año tras año en recuerdo de los milagros vicentinos escenificados por niños, lo que asegura su continuidad.

Su antigüedad se remonta al siglo XV cuando en la calle del Mar, en lugar próximo al de su casa natalicia,  se celebró la primera representación teatral callejera en homenaje al santo patrón de Valencia.  Fiesta que en la actualidad se celebra pasada la fiesta de la Resurrección de Cristo.


Fiesta y tradición, moños y gorras.  Todo se complementa.

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