Años 20 - El moño quedaba atrás en tan humilde moda, junto a los
largos faldones que en su complemento uniformaban a la mujer de la época. El tapado masculino se corresponde con la
gorra. Las manos en los bolsillos indican relajo. Entrega al acto popular, que
no rendición.
Les “covetes dels sants joans” quedan ocultas por el gentío
que acude a la representación milagrera en modesto y festivo fervor. Un friso
de banderas decora la base del escenario ante el barroquismo del gran retablo
en la trasera de la evangélica iglesia de los Santos Juanes, frente a la Lonja.
Fiesta de San Vicente Ferrer, de gran tradición popular,
como se demuestra año tras año en recuerdo de los milagros vicentinos
escenificados por niños, lo que asegura su continuidad.
Su antigüedad se remonta al siglo XV cuando en la calle del
Mar, en lugar próximo al de su casa natalicia, se celebró la primera representación teatral
callejera en homenaje al santo patrón de Valencia. Fiesta que en la actualidad se celebra pasada
la fiesta de la Resurrección de Cristo.
Fiesta y tradición, moños y gorras. Todo se complementa.
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