Foto de Barberá Masip - ABC
En junio de 1909 y en especial por la gran atracción de la
Exposición Regional, los Infantes de España estuvieron tres días en nuestra
ciudad con una agenda plena de actos. Habían llegado a la Estación del Norte el
sábado 6 y en su primera jornada centraron su atención los establecimientos
benéficos con la asistencia a otros lugares.
Su presentación en el evento que aglutinaba la industria
valenciana estaba dispuesta para el domingo y tras la visita a la Catedral con
la celebración de la Santa Misa y la contemplación de sus reliquias y capillas
y sentir un gran fervor por el Santo Cáliz, SS.AA.RR subieron al Miguelete;
después de un pequeño descanso contemplando las campanas, ascendieron a la terraza
para disfrutar de sus vistas, en especial de la amplia huerta que desde lo alto
se divisaba en aumento de su admiración.
Acto seguido y a las 10 horas, doña María Teresa y Don
Fernando atravesaban sobre un landó el arco de entrada de la Exposición, seguidos
por los vehículos de las primeras autoridades. Se dirigieron en primera
instancia a la futura Fábrica de Tabacos, donde el Sr. Trenor esperaba la
comitiva en unas instalaciones que cumplían con la función de "Palacio de
la Industria", con numerosos stands situados en las múltiples salas que
ocupaban cada uno de sus pisos, su planta baja y la principal.
Fueron cuantiosos los stands que captaron la curiosidad de
los infantes de España en los que se reunían acreditados fabricantes de toda la
región. Industriales de la cerámica, pasamanería, papel, orfebrería, vestido,
sombreros, coches, alfombras, juguetes, electrónica, todo el estamento
productivo valenciano, hacía en su conjunto bullir al Palacio. Desde la Institución Internacional Electrotécnica,
un "teléfono de alta voz" que saludó respetuosamente a los infantes, repitió la atención a ruegos de doña María Teresa. ,
La Fabril Valenciana hizo una demostración en su manufactura
de medias. Sonó la Marcha Real cuando se detuvieron ante un fonógrafo de la
casa Arnau y Roig, y fueron obsequiados por el industrial M. Duch, fabricante
de objetos de cuero. Cuatro salas las ocupaban los industriales del mueble,
destacando las de Albacar, Vilella,
Ferrer y Mir, y Lleó. En la del Sr.
Feliu, estaba un despacho regalado a Alfonso XIII en su reciente visita.
Y entre los diversos pisos y salas con los expositores de
saquerías, alfombras, dorados, papel de fumar, sombreros, juguetería, muñecas,
orfebrería religiosa y un extenso repertorio de nuestra industria fabril, vieron
el aeroplano del Sr. Oliver quien explicó "los fundamentos científicos y
funcionamiento del aparato". Y el
punto final a la visita lo fue en la planta baja con las magníficas
instalaciones de las fábricas de jabones, de licores y harinas, "con lo
que se dio por terminada la visita".
Sus Altezas Reales inauguraron un Concurso de Claveles
"que de entre todas las flores es la más genuinamente española". Por
la tarde, tras presenciar una corrida de toros, a mitad de la prueba, los
infantes se presentaron en la Gran Pista, donde se venía celebrando un Concurso
Hípico Internacional, con masiva afluencia de público, en esta ocasión debido a
que se había acordado felizmente la entrada gratuita. Bastaba con la de la
Exposición.
La estancia de los Infantes en Valencia tendría una tercera
jornada, la del lunes, en la que volverían a la Exposición Regional para
visitar, una vez haber almorzado en el Restaurant Miramar, el Pabellón del Real
Patrimonio, el de la Diputación Provincial y el Palacio de Agricultura. Y ya
con prisas, pues se aproximaba la hora de la salida del tren para su regreso a
la Corte, recorrieron el pabellón de los Trenor, el Palacio de Fomento, la
miniatura del Puerto, la Compañía Trasatlántica y el pabellón de la Industria
Abaniquera.
Finalmente estuvieron en el Asilo de la Lactancia, al que
dedicaron grandes elogios.
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