1928 - El 23 de enero, día de la onomástica de Alfonso XIII,
dentro de los actos para la inauguración del Mercado Central, tuvo lugar una
comida en su interior a la que asistieron 1.400 pobres, consistente en treinta y dos grandes paellas para las que se necesitaron 115 pollos, 50 kgs de marisco, 200
de arroz, 100 de guisantes y 30 docenas de alcachofas; productos que fueron adquiridos de una buena parte de la cantidad recaudada a los vendedores por el remate de los puestos, decisión tomada por iniciativa del alcalde.
D. Francisco Tormo, dueño del Hotel Palace, contribuyó con
cuatro paellas más por si eran necesarias. La fruta corrió a cargo de los
asentadores del mercado y los varones recibieron un cigarro puro donado por el
Capitán General que había recibido el donativo de la Fábrica de Tabacos.
Antes del reparto de la comida servida por unas señoritas,
el Capitán General y el Gobernador Militar probaron la paella con grandes
elogios. Acompañaba a la ración, media botella de vino Carrascal y una cajita
de cartón que contenía un pastel de pescado,
un sándwich de mortadela y un dulce de batata.
Al acto asistieron concejales del Ayuntamiento e invitados,
entre quienes se encontraban señoras de la alta sociedad.
Finalizada la comida, los comensales, como recuerdo del
acto, se llevaron el plato, la cuchara y el vaso, con muchos aplausos al
alcalde, el Sr. Marqués de Sotelo.
Posteriormente, el 15 de marzo se inauguró la venta al
público una vez subastados los novecientos puestos que componían el nuevo Mercado Central.
Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado. Con tu permiso me he hecho tu seguidora para no perderme tus entradas.
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