Archivo de Rafael Solaz
1925 - La calle de las Barcas, de
siempre, ha tenido poderío; incluso cuando la brea de los calafates besaba sus fachadas. En su amplio y corto trayecto se han ubicado toda suerte de tiendas, fondas, teatros
(hasta tres coincidieron en ella en los años que nos ocupan) bancos y cafés. No podía faltar el lugar donde
acudir en familia para un posado fotográfico destinado a ocupar una página del álbum
familiar.
"FOTOGRAFÍA J. LLOPIS", figuraba en
el portal del número 5, frente al Hotel Reina Vitoria. En el año de la foto del
archivo de Rafael Solaz, la de un par de niños tan en boga siempre, el
fotógrafo J. Llopis llevaba quince años de gran éxito con un laborado progreso
artístico que causaba envidia entre la competencia. Conseguía el mejor posado para la población infantil que acudía a su estudio, aunque no por ello
olvidaba otros trabajos artísticos, ampliaciones, así como en el exterior, allá donde fuere requerido para cualquier servicio.
Lograba una gran originalidad en
los retratos de primera comunión. Conseguía fondos de silueta de gran
modernidad, al igual que el tratamiento del color, "la gran especialidad de
la casa". Acompañaba sus trabajos con bustos que aportaban arte a la
fotografía. Distinción en suma.
Dotaba a su gabinete de las
máquinas y materiales más modernos, con un suntuoso mobiliario de diferentes
estilos entre los que destacaba el Renacimiento.
José Llopis Sala ofrecía garantía de
calidad y su estudio de la calle Barcas número 5 era muy frecuentado por la
sociedad valenciana, orgullosa de su retrato, una vez se despedía satisfecha de
aquel portal.
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