Foto de Esteban Gonzalo
1990 - En el día de ayer se han cumplido los veinticinco años de Gulliver, el parque donde la parte principal es la colosal figura del conocido personaje de los cuentos de Jonathan Swift, cuando es atacado por los liliputienses, quienes lo sujetan con cuerdas, mientras duerme. Por sus dimensiones, 70 metros de longitud y 800 m2 ocupados atrae poderosamente la atención de los visitantes en el tramo XII del Jardín del Turia, en el antiguo cauce del río a su paso por Valencia.
Fue una idea del proyectista Rafael Rivera, el dibujante Sento Llobell y el artista fallero Manuel Martín, quien lo hizo realidad con fibra de vidrio y poliéster, ya que el Ayuntamiento de Valencia consideró genial el proyecto y apropiado la Consellería d’Industria, Comerç i Turisme. Fue realizado en un año, costó cerca de 800 millones de pesetas y en su interior, con capacidad para 250 niños, construyeron a escala la ciudad de Valencia.
La figura está llena de rampas, escaleras y toboganes para que los visitantes, como si fueran habitantes de Liliput, puedan pasear por el cuerpo del gigante. En el exterior liliputienses y el interior gigantes. Está ubicado en un área específica de juegos para niños (monopatín, minigolf, estanque, tablero de ajedrez gigante…).
Una colosal escultura donde disfrutan los niños y con la excusa de acompañarles los mayores, y a donde todos deben ir con ropa adecuada para los rozamientos.
Está abierto de 10 a 20 horas, con entrada gratuita y es uno de los espacios más concurridos y apreciados del Jardín del Turia. A pesar de existir actualmente muchos lugares a donde acudir con los niños es muy visitado llegando a puntas de diez mil visitantes diarios en Semana Santa. Escolares y turistas, que lo descubren por Google Maps cuando buscan la Ciudad de las Artes y Las Ciencias, son mayoritarios los días laborables, mientras que padres con sus hijos lo son los domingos y días festivos.
En 2012 estuvo dos semanas cerrado para realizar importantes labores de mantenimiento y sustitución de materiales deteriorados como cuerdas y redes, con un coste total de 90.000 euros, y ahora está pendiente la restauración de los deterioros que en el interior de la escultura causaron las últimas lluvias.
El Parque del Turia, es el netamente urbano más grande de Valencia y comparable a los mayores de Madrid, París y otras grandes urbes.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
No hay comentarios:
Publicar un comentario