Valencia en "estado de guerra". La artillería en la calle
1934 - El 5 de octubre, viernes, se inició en España un
movimiento revolucionario auspiciado por la oposición que tuvo su mayor
significación en Asturias y Cataluña. La chispa inicial se había producido en
Madrid la noche del jueves, con motivo de la constitución del nuevo Gobierno.
En algunas capitales de provincia se declaró la huelga general, como sucedió en
Valencia donde en consecuencia y en la noche del sábado se dictó la "ley
marcial" a los acordes de una banda
militar en diferentes puntos de la ciudad, causando asombro en el momento
en el que se leía la declaración. "Los acordes de las cornetas y redoblar
de los tambores durante el silencio de la noche, era algo que sobrecogía el
alma pensando en todo lo que estaba sucediendo". Así se expresaba Las
Provincias del martes 9 de octubre que añadía en su crónica el poco público
congregado ante los manifiestos, que "prorrumpía en vibrantes vivas a
España y al Ejército y algunos mueras contra determinados políticos muy
significados".
Periódico que durante tres días no pudo comunicar con sus lectores, como los demás de
la ciudad, a excepción del "Diario de Valencia" que pudo continuar sus ediciones. Por la proximidad, había expectación por lo que
sucedía en Barcelona. En un principio las noticias que llegaban no eran
inquietantes, pues la Generalidad "comunicaba al Gobierno que se disponía
a mantener el orden con toda energía", ciudad en la que no se había
declarado el estado de guerra a diferencia de Asturias, más exaltada.
Sin embargo la noche del sábado se oyó por la radio de la
ciudad condal al Sr. Companys, quien desde el balcón de la Generalidad y ante
el público que llenaba la plaza proclamaba la República Federal Catalana bajo
la autoridad del “Estat Catalá”, al mismo tiempo que el Ministro de Gobernación
hacia pública la conversación mantenida con el Consejero catalán Sr. Dencás que "no ha podido ser más
satisfactoria para las relaciones entre aquel Gobierno y nosotros".
Así pues las noticias eran
contradictorias. Los radioyentes de Valencia estaban pendientes de sus
aparatos, pero lo cierto y fuera como fuere tras una noche de gran tensión y
enfrentamientos, con los comunicados del amanecer se supo que "el ex
presidente de la Generalidad, Sr. Companys había
capitulado".
Día dominical que fue triste para Valencia. Los periódicos
de Madrid no llegaron a la ciudad, los tranvías apenas circularon, los únicos: conducidos y custodiados por la fuerza pública, los partidos de fútbol y
corrida de toros fueron suspendidos, con la gente en sus casas atenta a la
radio. El lunes fue un día más tranquilo con los comercios abiertos, al ver
que la insurrección había fracasado -aunque perduraría por unos días en Asturias - con la gente por las calles
animándose la ciudad.
Mediante un comunicado del día 8, lunes, el Gobierno Civil
de Valencia hizo saber las 54 detenciones, "algunas de ellas de
significados extremistas" llevadas a cabo. Hubieron pequeños incidentes en la Gran Vía
Marqués del Turia y en la calle Garrigues, con varias explosiones, una de ellas
en la plaza San Nicolás y otra en un transformador de la calle Cuenca; al igual que diversas coacciones en la calle
Jesús y Camino de Torrente y en comercios de las calles Pi y Margall y de la
Sangre. En el Grao se produjo el vuelco de un tranvía.
Y en el mismo día la autoridad militar elogiaba al pueblo
valenciano por sus muestras de cordura y sensatez.
Mi padre, que era un niño, cuando sucedió la evolución del 34 en Asturias, ellos que vivían en Oviedo, me comentaba que estuvieron encerrados en casa los días que duró la revolución , que en Oviedo , causó aparte de muchos daños materiales , lo que es más triste perdidas personales numerosas .
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