1952 - Entre la muralla cristiana
y el tramo del pretil construido en el siglo XVII ante las mismas torres de
Serranos, en 1830, había un amplio espacio que por su aspecto degradado y
privilegiada situación bien se merecía la atención del consistorio para su
embellecimiento.
Fue en aquella década cuando
bajo las directrices del arquitecto municipal Salvador Escrig, quien diseñara
la plaza Redonda, se acometió la construcción de dos jardines situados a la
derecha e izquierda del puente, que dándoles su nombre, han pasado a ser
denominadas como las “Alameditas de Serranos”, a las que se accedían por unas
escalinatas emplazadas entre balaustradas de piedra.
Y a fe que se consiguió el efecto
deseado, toda vez que permanecen en la actualidad con la variante que tras la
riada de 1957, el nivel del suelo fue elevado a ras de la calzada, con una
remodelación en la zona que hizo desaparecer unas escalinatas por las que en
los años cincuenta recuerdo bajar para gozar del servicio de alquiler de
bicicletas que allí se ofrecía, disfrutando a lo largo de un recorrido entre los
puentes de Serranos y San José.
Idas y vueltas que se repetían durante el
tiempo requerido. La imagen de 1952 me trae
aquellas vivencias. Foto de una ronda con carro y su caballo, carretilla de
mano en el centro de un tramo tranquilo, mientras el tranvía, que bien pudiera
ser el 23, permanece en su parada para un trayecto de
Valencia-Burjasot/Godella.
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