Desde su inicio, las obras para la construcción del Mercado Central fueron muy lentas, tanto desde el comienzo de los derribos iniciados en 1910, como cuando más de cinco años después, el 30 de diciembre de 1915, se procediera a la colocación de la primera piedra del que iba a ser uno de los mercados cubiertos de mayor superficie de Europa.
No sería hasta octubre de 1916 cuando se acordara el derribo de los pórticos y cuerpo central del Mercado Nuevo que había sido construido en 1839. Y es en 1917 cuando el Capitán General acepta el traslado de la Guardia del Principal a la Lonja enfrente, para dar mayor rapidez a unas obras (velocidad que por el momento no se logró) que no se terminarían hasta 1928 con su inauguración el 23 de enero, onomástica del Rey Alfonso XIII.
En los primeros años de la década de los veinte y por problemas económicos las obras estaban casi paralizadas, con mayor celeridad a partir de 1924.
Observamos en la foto (cuando la plaza aparecía en el nomenclátor como del Guerrillero Romeu) el mercado en plena ebullición, con los puestos en la calle y las vendedoras abrigadas del frío con sus puestos de verduras y frutas. El edificio de ladrillo cara vista y próximo a los Santos Juanes ya está terminado, a la espera de que lo sea en su totalidad, para que el mercado callejero ocupe los puestos de tan singular obra modernista que con los años iba a tener un gran atractivo turístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario