1985 - Esta horchatería la regentaba un matrimonio formado por Pilar y Sixto en una planta baja de la calle Victoria, formando esquina a la del Embajador Vich (En el Directorio Valenciano de 1956 ya figuraba este establecimiento con el título El Rincón Valenciano).
Los dos habían trabajado en la antigua orxateria y bunyoleria de Alamar, así que tenían experiencia en la elaboración de chocolate y helados. En el sótano tenían el obrador. Su especialidad eran los helados de varios sabores y el mantecado helado. De elaboración natural incorporaban a sus preparados frutas de temporada como las fresas o los kiwis.
El local lo presidía un gran cartel anunciador de la Exposición Regional Valenciana de 1909 muy apetecido por los clientes que frecuentaban la horchatería, pero era un icono y los propietarios nunca se desprendieron de tal cartel. También se podía ver un mobiliario "de los de antes" con mesas de mármol y sillas acordes al estilo de antiguo establecimiento valenciano.
En fallas eran clásicos sus buñuelos de calabaza. Y durante todo el año elaboraban un chocolate de fuerte aroma que la clientela agradecía sobretodo en invierno.
El amable matrimonio no tuvo hijos, así que no se produjo una continuidad familiar en el negocio, cerrándolo por jubilación hace aproximadamente diez años. Sixto murió recientemente.
Yo era cliente asiduo e hice una buena amistad. Mi recuerdo nostálgico hacia ese emblemático establecimiento, un lugar tranquilo donde las prisas se hacían extrañas, un rincón en la ciudad muy valenciano, muy nuestro.
Establecimientos, que forman parte de esa historia anónima, pero tan importante , como es la vida cotidiana. Buen día Julio y un abrazo. Gregorio
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