Archivo Rafael Solaz
Se dice que no se desea ni para el peor enemigo, así que cuando de dolor de muelas se trata,
el punto y aparte se impone.
Suplicio que se presenta con
nocturnidad y alevosía en las horas del insomonio, cuando se establece un doloroso combate, enfrentadas sábanas y almohada como inconsciente consuelo que nunca satisface.
Pero en aquellos tiempos, tras la batalla, llegaba la
calma, pues el remedio era inmediato, tal y como aseguraba el publicitario en la
Clínica Dental de la calle Las Barcas
núm. 3, de Sucesores de D. José Rey, con sus remedios de la época.
Dentaduras de 75 pesetas y puentes
de oro:
Estos anuncios, son todo un documento . Muy interesante la descripción de las cosas que podían hacer con nuestra dentadura. Gracias a aRafael y a ti Julio , por compartirlo . Buen día . Gregorio
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