Ca. 1956 - La ermita de San Vicente Mártir, los balcones tapizados
y los fieles guardando su turno, nos indican
que corresponde a un día de fiesta.
y los fieles guardando su turno, nos indican
que corresponde a un día de fiesta.
Y a más, “el porrat”, que cumple con la tradición, y deja en la foto su enseña popular, en una ciudad en la que su industria recalaba a escasos metros de su centro histórico.
Eran los años cincuenta y las escupidoras de humo aún formaban parte, en su actividad fabril, del hábitat del “cap i casal”, y que por la imperante tecnología, se han visto sustituidas por nuevas fuentes de calor.
En la actualidad y las que se han resistido a la necesaria edificación por el crecimiento de la ciudad, muy pocas por cierto, permanecen altivas como testimonio del pasado.
Devoción e industria decoran el retrato de la que actualmente es conocida como plaza de España, que ya nada tiene que ver con la que fue hace medio siglo, en la confluencia de unas grandes vías en la que si el paso de un automóvil llamaba la atención, en la actualidad ha perdido toda notoriedad.
Muy interesante comentario y fotografía . Buen día Julio para ti y para todos. Gregorio
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