Ca. 1900 - El trazado de la retícula urbana tiene una gran importancia en las nuevas construcciones sometidas a la perspectiva de una calle de especial trascendencia. La torre del Miguelete del siglo XV era un campanario exento a la Catedral, que con su ampliación en la primera década del XVIII, se decidió por su anexión, completando el proyecto con la construcción de una tercera puerta a la Seo, bajo el estilo barroco imperante en aquellos años.
Se encargó de su iniciación el alemán Konrad Rudolf, terminando la Puerta de los Hierros Francisco Vergara y Francisco Stolz. Y desde aquel momento, la calle Zaragoza, muy activa y comercial, estaba a llamada a convertirse en una “antesala de palcos” en sus fachadas que engalanados ante cualquier evento religioso celebrado en el interior de la Catedral, o como cauce de salida o de llegada ante un acto procesional, sería de gran utilidad y boato.
El trazado de la calle y para una más completa visión de la Puerta de los Hierros, hizo que el autor diseñara la fachada con el suficiente giro a la izquierda para que en la prolongación visual de la calle encajara a la perfección, con la riqueza barroca de la nueva puerta catedralicia que su autor establecía, tal y como se observa en la foto.
La Fe del pueblo y el Templo de Dios se observan de frente, y al mismo tiempo se ofrecen.
Se encargó de su iniciación el alemán Konrad Rudolf, terminando la Puerta de los Hierros Francisco Vergara y Francisco Stolz. Y desde aquel momento, la calle Zaragoza, muy activa y comercial, estaba a llamada a convertirse en una “antesala de palcos” en sus fachadas que engalanados ante cualquier evento religioso celebrado en el interior de la Catedral, o como cauce de salida o de llegada ante un acto procesional, sería de gran utilidad y boato.
El trazado de la calle y para una más completa visión de la Puerta de los Hierros, hizo que el autor diseñara la fachada con el suficiente giro a la izquierda para que en la prolongación visual de la calle encajara a la perfección, con la riqueza barroca de la nueva puerta catedralicia que su autor establecía, tal y como se observa en la foto.
La Fe del pueblo y el Templo de Dios se observan de frente, y al mismo tiempo se ofrecen.
Muy bonita la fotografía y que diferente a la vista hoy en día, sin el caserío tan abigarrado . Para gustos están los colores, pero creo que hoy en día , con la,plaza de la Reina, esa puerta barroca de los Hierros de la Catedral y el Miguelete , se pueden contemplar en toda su belleza, pero esto es una opinión personal. Buen día Julio, para ti y para todos, un abrazo. Gregorio
ResponderEliminarGregorio, otro día hablaremos de la plaza de la Reina.
ResponderEliminarUn abrazo