1943 - En 1910 la fachada del Palacio del Marqués de Dos Aguas corría un serio peligro de derrumbe debido a movimientos estructurales, lo que obligó a su atirantado con garfios de hierro.
En la siguiente década, el Marqués de Gaetero, heredero del Palacio, intentó su venta sin conseguirlo, a pesar de sus numerosos intentos hasta el fin de sus días. Pese a ello, el Ayuntamiento, en 1932, quiso hacerse con su propiedad para su utilización como Archivo y Hemeroteca Municipal, y al mismo tiempo como Museo de Bellas Artes.
Sin embargo, fue incautado por la II República como sede del Consejo de Estado y Ministerio de Finanzas. Durante la Guerra Civil también fue depositario provisional de los fondos de pintura del Museo del Prado, antes de su instalación en las torres de Serranos. Finalizada la contienda, debido a su estado de abandono, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, por gestión de Elías Tormo y Monzó, instó a que fuera declarado Monumento Histórico Artístico y bajo la tutela del Estado.
Mientras tanto y ya fallecido su propietario, el Marqués de Gaetero, que había legado su patrimonio a la Junta de Beneficencia de Barcelona, el Palacio fue despojado de sus bienes muebles por esta institución y arrendado a la Academia de Estudios de San Buenaventura que en 1943 llegó a fijar un rótulo en su fachada que provocó un gran impacto en la opinión pública.
El Ayuntamiento reaccionó de inmediato, e inició los trámites para su expropiación forzosa, lo que dio lugar a un periodo de cinco años de pleitos con la entidad propietaria, con sentencias favorable a los intereses de la Junta, hasta que finalmente pasó a propiedad del Estado mediante el pago de unos 2 mm de pesetas que lo habilitó como sede del Museo Nacional de Cerámica González Martí, quien había donado al Patrimonio Estatal su colección particular, siendo inaugurado en 1954.
La foto del 14 de abril de 1943 publicada en Las Provincias, muestra el momento de la retirada del rótulo por los bomberos municipales.
Fuente – El Patrimonio Artístico e Histórico de los Rabassa de Perellós y el Palacio de Dos Aguas.
Uno de los lugares de Valencia, que siempre que he ido he procurado visitar y que me encanta tanto el continente , el Palacio que es precioso,,al menos para mi, como el contenido ,con esas Cerámicas , que hacen que pierdas la noción del tiempo al visitar el Museo . Buen día y un abrazo. Gregorio
ResponderEliminarGregorio es un Palacio espectacular y todo su conjunto es muy bello. Fue un acierto su uso definitivo porque así está cuidado y en buenas manos.
ResponderEliminarUn abrazo