Archivo de Rafael Solaz
Ca. 1890 - La fiesta de la Navidad está asociada a la entrega del aguinaldo aunque para saber el origen de esta costumbre hay que remontarse a la Roma pagana y por diferente motivo, que no era otro que ofrecer los mejores deseos ante el comienzo del año mediante un obsequio, entonces conocido como “estrenas”, vocablo que ha llegado a nuestros días de origen romano. Pero la entrega del aguinaldo navideño como agradecimiento al servicio prestado y ante la felicitación por parte del profesional expresada en forma de tarjeta navideña, fue una costumbre que, iniciada en la primera mitad del siglo XIX se ha mantenido de forma muy entrañable hasta los años setenta de la pasada centuria, cuando empezó a declinar un hábito del que apenas queda costumbre. La “tarjeta navideña” era ofrecida por quienes ejercían su oficio público a la espera en mano de un pequeño aguinaldo. Los serenos, carteros, repartidores de prensa y otros servicios domésticos llegaban a la puerta de cada vivienda entregando una “tarjeta” como la que vemos en esta ocasión: la decimonónica felicitación de un sereno con el farol y el chuzo en su mano,como útiles de su trabajo.
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