Colección Díaz Prósper
1888 - No puede sorprendernos que en el siglo XIX, el del romanticismo, se extendiera en su influencia por los caminos del arte expresado en todas sus manifestaciones. Y aunque venía de antiguo que las fuentes formaran parte del entorno urbano, lo cierto es que en pleno siglo, una fundición francesa, “Les Fonderies du Val D’osne”, alcanzó un gran prestigio mundial testimoniado con la presencia de sus obras en las ciudades más importantes, tanto europeas como americanas.
A lo que no estuvo ajena nuestra ciudad que hizo su encargo para emplazarla en el paseo más lúdico y bello de Valencia con gran semejanza a las de otros lugares. Se instaló justo en el principio de la Alameda en el año 1863 con el nombre de “Fuente de las Cuatro Estaciones”, lo que hace pensar que se refiriese a las cuatro épocas del año, cuando lo cierto es que su representación es la de personajes mitológicos griegos: Anfitrite, Poseidón, Acis y Galatea.
Vemos en la foto de 1888 la belleza de su acabado en un marco incomparable, cual se manifiesta con el Palacio de Ripalda al fondo y una frondosa arboleda en el mismo instante que posa el encargado de mantener su limpieza.
A lo que no estuvo ajena nuestra ciudad que hizo su encargo para emplazarla en el paseo más lúdico y bello de Valencia con gran semejanza a las de otros lugares. Se instaló justo en el principio de la Alameda en el año 1863 con el nombre de “Fuente de las Cuatro Estaciones”, lo que hace pensar que se refiriese a las cuatro épocas del año, cuando lo cierto es que su representación es la de personajes mitológicos griegos: Anfitrite, Poseidón, Acis y Galatea.
Vemos en la foto de 1888 la belleza de su acabado en un marco incomparable, cual se manifiesta con el Palacio de Ripalda al fondo y una frondosa arboleda en el mismo instante que posa el encargado de mantener su limpieza.
Preciosa la foto, e irrepetible. La explicacion tambien muy interesante, como siempre.
ResponderEliminarGracias
Preciosa postal con dos muestras importantes de la arquitectura y la ornamentación de la ciudad, como son la Fuente de la cuatro estaciones, tan bonita pero que afortunadamente podemos disfrutar de su vista aunque sea rodeada por el tráfico y ese añorado Palacio de Ripalda , que se adueñaba de la vista de la otra parte del río cuando, exceptuando algún edificio religioso o civil , la huerta era lo que dominaba el paisaje . Por desgracia el palacio sucumbió a los nuevos tiempos y ya es recuerdo fotográfico . Y no nos olvidemos de ese barrendero que posando junto a la fuente , quedar reflejado para la posteridad . Gracias por la postal Julio. Gregorio
ResponderEliminarGracias Amparo, me satisface que te guste.
ResponderEliminarGracias a ti.
Gregorio, la fuente es preciosa aunque y como tu dices, lamentablemente no se puede ver de cerca, toda vez que el tráfico constante en su derredor, impide disfrutarla a corta distancia.
ResponderEliminarCumple con su cometido de ornato urbano en un lugar antaño más apacible.
Un abrazo
Las hermans están en Liberpool, Ginebra, Paris, Lyon y Boston
ResponderEliminarEnrique, gracias por el apunte. Un saludo
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