A familia Plaja, con el negocio de las galletas a principios del siglo XX se hizo de oro. Dedicando parte de sus ganancias a transformar de secano a regadío la masía que tenían a la entrada a la Eliana por la carretera de Liria. Allí construyeron horadaron un pozo abierto que a partir de los 20 metros da unas grutas de volumen considerable. El lugar ha sido transformado en un PAI urbanístico pero la caseta del pozo está intacta. Y las grutas accesibles. Por cierto, las aguas de este pozo tienen más pureza que las de las aguas potables de la Eliana. Subiendo camino arriba, en la partida llamada Sima, existe una chimenea que sopla aire. Que por cierto es de las grutas de Plaja. So. Andrés Castellano Martí.
ResponderEliminarA familia Plaja, con el negocio de las galletas a principios del siglo XX se hizo de oro. Dedicando parte de sus ganancias a transformar de secano a regadío la masía que tenían a la entrada a la Eliana por la carretera de Liria. Allí construyeron horadaron un pozo abierto que a partir de los 20 metros da unas grutas de volumen considerable. El lugar ha sido transformado en un PAI urbanístico pero la caseta del pozo está intacta. Y las grutas accesibles.
Por cierto, las aguas de este pozo tienen más pureza que las de las aguas potables de la Eliana.
Subiendo camino arriba, en la partida llamada Sima, existe una chimenea que sopla aire. Que por cierto es de las grutas de Plaja.
So. Andrés Castellano Martí.