Hola Francisco: Lo podrás ver, en el margen derecho de este blog, más hacia abajo, siendo observado por una niñas. Existía la costumbre de echar unas monedas por la rendija, que ni al cocodrilo ni al dueño del establecimiento, falta les hacía. Un saludo
¿En serio? ¿Un cocodrilo vivo? Me dejas de piedra. Pero qué belleza de edificio...
ResponderEliminarHola Francisco:
ResponderEliminarLo podrás ver, en el margen derecho de este blog, más hacia abajo, siendo observado por una niñas.
Existía la costumbre de echar unas monedas por la rendija, que ni al cocodrilo ni al dueño del establecimiento, falta les hacía.
Un saludo