miércoles, 13 de julio de 2016

LA FERIA DE JULIO


Un año más, en breve, comenzará la Feria de Julio de Valencia. Una tradición de nuestra ciudad de la que han disfrutado muchas generaciones de valencianos.

Curiosamente, el origen de la Feria de Julio lo encontramos en las corridas de toros que los días 23, 24 y 25 de julio se celebraban en Valencia por las fiestas de Santiago y Santa Ana. Durante estos días la ciudad de llenaba de aficionados y curiosos de diferentes poblaciones. Y su finalización marcaba el principio del éxodo de las clases media y acomodada que huían del calor en busca de temperaturas más agradables en Godella, Bétera o el Cabanyal, quedando la ciudad vacía hasta el mes de septiembre.

El Ayuntamiento de Valencia, con el impulso de tres concejales vinculados al sector comercial, —Pedro Vidal, José Saura y Enrique Ortiz—, propuso en 1870 la celebración, en el mes de julio, de una feria con exposición de productos y ganado, y, por supuesto, la celebración de corridas de toros. La propuesta tuvo muy buena acogida y en ella se implicó toda la sociedad valenciana.

Un año después, en 1871, el concejal Mariano Aser fue nombrado presidente de la Feria de Julio, escogiendo el Paseo de la Alameda para instalar la feria. La propuesta fue seguida con entusiasmo por los diferentes gremios, quienes financiaron un castillo de fuegos artificiales. El alumbrado de la feria corrió a cargo del Marqués del Campo, Don José, quien realizó —y financió— la instalación de gas necesaria para ello.

A partir de entonces, año tras año, la Feria de Julio ha convocado a miles de valencianos, dispuestos a disfrutar del frescor de la noche durante los calidos días de mes de julio.

Fuente: La Feria de Valencia. Imágenes de la Biblioteca Valenciana. Ed. Generalitat Valenciana, 1998.

Texto de Mauro Guillén

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