viernes, 19 de enero de 2024

UN RECUERDO DE LA CALLE DE LAS BARCAS

 


Volvemos a la calle de las Barcas, pero esta vez al año 1955.

Lo más llamativo de esta fotografía viene marcado por el trolebús. Se trataba del número 3, acompañante del 13 en los comienzos de este transporte urbano en la ciudad. Hacía ya cinco años que venía de regreso de Monteolivete desde Pedro Aleixandre, Peris y Valero, Avenida de José Antonio, Ciscar, Reina Doña Germana, Gran Vía Marqués del Turia, Conde Salvatierra de Álava, Sorní, Colón, Pintor Pinazo, Don Juan de Austria, Barcas, Plaza del Caudillo, y luego seguiría por Cotanda a San Vicente.

Anunciaba una marca de champaña, porque no se le podía llamar todavía Cava, hasta que unos años después el vino espumoso que en su momento Perignon elaboró a partir de uvas tintas hasta convertirlo en blanco, dejara de hacerlo en las bodegas españolas mediante documento oficial con la primera legislación española de vinos espumosos.

Alternaba la calzada con las vías del tranvía 1, y un guardia urbano vigilaba cauteloso el paso de los viandantes que cruzaban entre coches y entrevías. Llevaba la chaquetilla blanca, señal de que ya estaba próximo el verano, porque en verano vestían de blanco y de oscuro en invierno.

El Hotel y Fonda de España permanecía todavía en su esquina tras el trolebús, con los toldos de color claro en sus bajos, hasta que el destino hizo que seis años después fuera demolido y convertido en solar. Al fondo la bonita estructura del Banco de Valencia, hacía ya trece años construido.

Texto de Amparo Zalve

1 comentario:

  1. Fabuloso documento,bonita fotografía y excelente texto Amparo,una .

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