martes, 27 de septiembre de 2016

EL PUENTE DE LA TRINIDAD. SIN CASILICIOS.

Archivo Municipal

1935 Ca. - Sin duda el emplazamiento de este puente tuvo mucho que ver con el cardo romano que partiendo del núcleo fundacional de la ciudad, nacía un camino en dirección norte, enfilado hacia el río, que lo más probable fuera el que diera pie a la actual calle Salvador.

El puente de la Trinidad es el más antiguo de Valencia, llamado en su origen “dels catalans” por el arrabal a su proximidad donde habitaban los repobladores llegados de aquellas tierras. El que existía en un principio fue arrastrado por la riada de 1321 y diversas avenidas durante el XIV frenaron su construcción ya en piedra que se iba consolidando. 

Su fábrica fue adquiriendo solidez aunque en el inicio del XV, en 1401, aún no estaba terminado. Sus piedras resistieron las frecuente subidas de las aguas durante todo el siglo, pero la fuerte avenida de 1517 hizo que perdiera un arco, quizá por la existencia de dos escaleras al cauce que hicieron de contrafuerte. Con la restauración de entonces, su aspecto ha llegado hasta nuestros días.

A excepción del baile de estatuas sobre sus barandas, iniciado con la instalación de las primeras imágenes, bajo casilicios instaladas en 1722 en recuerdo de San Bernardo y de sus hermanas las Santas María y Gracia -hubo el deseo en 1614 de colocar la imagen de la Santísima Trinidad, intento que fracasó- dañadas durante la Guerra de la Independencia y derribadas durante las guerras carlistas. Más de una centuria después, desde el 13 de marzo de 1945, ocupan en nuevos pedestales a Santo Tomás de Villanueva y San Luis Beltrán, monumentos que habían abandonado el puente de San José cuando su ampliación de 1906, imágenes construidas por las manos del escultor italiano Ponzanelli. 

Puente de la Trinidad al encuentro con el Convento trinitario del siglo XV del que recibió su nombre. 

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