Foto de Esteban Gonzalo
1990 - Para captar los potenciales viajeros del gran aumento
demográfico de Benicalap, barrio del norte de la capital valenciana, la
Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV) puso en servicio a
partir del 12 de marzo de 1944 un apeadero para que se detuvieran, tanto a la
ida como en su retorno, los trenes de viajeros de la línea férrea de vía
estrecha que había entre las estaciones de Valencia-Pont de Fusta y la de
Empalme, lugar donde se bifurcaban los trazados hacia Bétera por Moncada y a
Líria por Paterna. Incluso en el decenio siguiente pusieron en servicio el
también apeadero Alquerías en la continuación hacia Empalme, actual calle
Florista con doble vía de tranvía.
A partir del 8 de octubre de 1988 las líneas férreas
mencionadas fueron unidas mediante un túnel bajo viarios de Valencia con el
trazado que por el sur llega hasta Villanueva de Castellón, y Benicalap quedó
para atender únicamente los servicios, que cada quince minutos y en ambos
sentidos, recorrieron adaptados tranvías belgas, popularmente Fabiolos, los
diez kilómetros entre la mencionada Empalme (durante un tiempo Ademuz), la
terminal Pont de Fusta y El Grao, hasta la supresión de la línea a partir del
31 de enero de 1990 para la búsqueda de una solución al casi continuo paso a nivel
en el que se había convertido su trazado por la expansión urbana capitalina. La
sustitución llegó el 21 de mayo de 1994 con modernos tranvías integrados en los
viarios urbanizados.
Foto de Esteban Gonzalo
En Benicalap desaparecieron los trenes, quitaron los
antiguos raíles ferroviarios y tranviarios y derribaron el edificio con su
torreta donde un empleado bajaba y subía las barreras para que pasaran los
convoyes que cruzaban la avenida de Burjassot, que en 1963 eran 18 veces cada
hora durante dieciocho horas diarias, y sólo 8 veces, también cada hora, a
partir del 8 de octubre de 1988.
Raíles ferroviarios que estuvieron atravesados por los del
tranvía que entre el 27 de abril de 1889 y el 31 de diciembre de 1955 comunicó
el centro histórico de Valencia con Burjassot y Godella y utilizó tracción
animal hasta 1912 y eléctrica el resto de su vida activa.
Ciento veintitrés años (descontados de 1990 a 1994) con los
raíles formando parte del barrio y con una particularidad añadida, la
exclusividad al voltaje de 600 voltios corriente continua en los desaparecidos
trenets y en los tranvías antiguos y modernos.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
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