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sábado, 31 de octubre de 2015

LA CÚPULA QUE NO FUE...

 La coronación de la Geperudeta en 1923 levantó un gran fervor popular, por lo que se formó una junta con el fin de construir un edificio anexo detrás de la Basílica, en el solar que actualmente ocupa la Almoina, con el fin de que los fieles pudieran rendir culto a su patrona.

En 1930 se convocó un concurso, y el anteproyecto lo ganó Vicente Traver, que era arquitecto del Arzobispado de Valencia.

Estaba inspirado en la cúpula de la Catedral de San Pedro del Vaticano, con más de 30 metros de diámetro y con una altura que triplicaba la de la Basílica de la Virgen. Para ello se necesitaba una importante inversión económica y eso era inviable tras la Guerra Civil, por lo que fue olvidado.

Valencia no pudo ver  realizado este proyecto de Traver, que afirmaba, que desde el templo se vería “desde Sagunto a la Ribera”.

Texto: Amparo Zalve

jueves, 29 de octubre de 2015

LA ESCUELA MILITAR "VALENCIA"


En 1915 y por Real Orden del 29 de Marzo había empezado a cumplirse la ordenanza de la Ley de Reclutamiento que disponía la incorporación a filas de los mozos del cupo de instrucción.

Disponía a los interesados para ello en veinte días, garantizando la instrucción militar adecuada al arma a la que iban a ser destinados.

La Escuela Militar Valencia, situada en la plaza de Tetuán 23, proporcionaba esta enseñanza para todas las armas y cuerpos.

Alertaba con urgencia que la matricula para los mozos del reemplazo de 1914 iba a cerrarse el día 8 del mes de Abril.

En la foto vemos el edificio del arquitecto Lucas García Cardona en el que se publicitaba la citada academia mediante un cartel situado en el primer piso y en su chaflán a la plaza Tetuán.

martes, 27 de octubre de 2015

EL CAFÉ LA HABANA


Archivo Rafael Solaz


1908 - El primitivo Café La Habana se hallaba en el barrio de Pescadores. Con motivo de los derribos producidos en este lugar el entrañable café tuvo que trasladarse a la esquina de las calles Poeta Querol y Pintor Sorolla, edificio propiedad de Francisca Navarro.

El nuevo salón, que funcionó como restaurante y cafetería, estaba regentado por Antonio Fornés, quien encargó la decoración de tal establecimiento al artista Antonio García y según crónicas de la época ofrecía un amplio salón que honraba su buen gusto y hacía honor a la ciudad, enriqueciendo su industria y dando vida a un gran trayecto (calle de las Barcas) que anteriormente tenía la frialdad que solían tener siempre las calles señoriales.

En la imagen su interior. En el recuerdo su imagen.

Texto: Rafael Solaz

domingo, 25 de octubre de 2015

EL STADIUM QUE DARÍA EL NOMBRE A UNA AFICIÓN

Foto Martín Vidal

1923 - El porqué de conocer como equipo "granota" al Levante UD viene enraizado por su histórico pasado en un tiempo anterior a su fusión con el Gimnástico,  tanto en cuanto éste jugaba sus partidos en el cauce del río, entre los puentes de la Trinidad y del Real, donde el croar de las ranas, que existían en abundancia, se extinguía por los gritos y aplausos de una exultante afición. Terreno de juego bautizado como el Stadium Valenciano inaugurado en 1923, en doble jornada, en las que hubo "puestos de refrescos, de frutas, cafés, buñolerias, atracciones, pianos de manubrio, recintos para bailes....y un castillo de fuegos de artificio", con un partido inaugural entre el Gimnástico FC y el CD Castellón.

La construcción del Stadium fue posible gracias al consignatario Vicente Ferrer Peset, personaje ansioso por las transformaciones urbanísticas de la ciudad, que hizo suyo el proyecto sobre una idea de Antonio García Pastor, quien junto a un socio, Pedro Sánchez Fuster, habían conseguido una concesión del Ayuntamiento que autorizaba, ni más ni menos, a "establecer en el cauce del río un amplio campo de deportes que tuviera la magnitud de los más importantes de Europa y América".

La concesión municipal y la construcción del Stadium, motivaron un “escándalo mediático político” de cuyo detalle no es objeto este blog. El temor que su instalación fuera un obstáculo ante las riadas de consecuencias imprevisibles, era por otra parte evidente.

El Sr. Ferrer, que ejercía de gerente de la Transmediterránea, modificó y amplió el proyecto, ilusionado por un Parque de Recreo anexo, toda vez que la concesión municipal se extendía hasta el Puente del Mar. En sus ensoñaciones, figuraba también convertir el río en navegable desde su desembocadura hasta el puente de la Exposición, en un objetivo turístico que pusiera a Valencia a la altura de otras ciudades costeras con instalaciones marítimas dispuestas al disfrute de los vecinos, de gran atracción para los visitantes.

En un principio, sobre el pretil ante el palacio del Temple se instalaron vallas de madera que impedían la visión de un público que se veía obligado a pasar por la taquilla, a favor de la empresa concesionaria que iba a recuperar su inversión en los próximos treinta años de concesión, más un esperado beneficio.

Sin embargo, fue de inmediato al año siguiente, en enero de 1924, cuando en la Alcaldía se acordó que el concesionario procediera a quitar las vallas de los pretiles, así como las colocadas frente a los puentes de la Trinidad y del Real, al igual que los postes situados en el cauce del río. Orden que fue reiterada en mayo, dando el plazo de final de mes. Pocos meses después, en octubre, el estado de los pretiles frente al Temple era desolador, "lleno de vallas viejas, trapos decolorados, edificaciones de ladrillo y los sillares rotos y maltrechos esparcidos por el suelo".

Se había aprovechado también desde la Alcaldía para dar por extinguido el contrato con la Sociedad de Aguas Potables. Acuerdo que iba a suponer un gran quebranto económico para la empresa y el fin de su actividad deportiva en el cauce. En noviembre de 1925 el Gimnástico FC inauguraba su nuevo campo de Vallejo.

Los delirios de Vicente Ferrer Peset se redujeron a la existencia del Stadium durante muy pocos años debido a la resolución municipal en un pleno de diciembre de 1928 en el que se acordaba la caducidad e incautación del Stadium "y que por desconocimiento del nombre y domicilio del representante de aquella entidad concesionaria, se hace público....y sirva de notificación".

Con anterioridad, en abril de 1928, La Correspondencia se había preguntado si el estado de abandono de unas obras que en su día significaron "una completa equivocación económica y artística"  iban a continuar por mucho tiempo, con sus "casuchas desmanteladas, aquellas gradas en estado de ruina, aquellas vallas en las cuales todos han hecho leña". O se restaura el Stadium o se procede a su destrucción, terminaba el redactor, con la necesidad de limpiar la zona de los restos de unas instalaciones que habían dejado de funcionar.

Finalmente, en agosto de 1929 el pretil del río había quedado restituido "al prístino estado que tenía antes de las profanaciones y mutilamientos de que lo hizo víctima la extinguida empresa del Stadium". Y el periódico Las Provincias expresaba la necesidad de adecentar "el trozo del cauce del mismo trayecto, procurando destruir los artificiales malecones y demás obras que lo obstruyen, antes de que una riada lo haga por su cuenta, y pueda, al arrastrarlos, causar mayores daños en los puentes contiguos".

De su vida efímera, casi un siglo después, aún clama el nombre de "granota" para definir a una afición.

viernes, 23 de octubre de 2015

LA FLOR DE VALENCIA

Archivo Rafael Solaz

1955 - En los años cincuenta la tecnología del TDT aún no se había adueñado del espacio y "la chispa de la vida" tenía otros registros, mientras que el "diario hablado" dejaba su punto de seriedad en las familias valencianas a cuyos hogares y a través de un pequeño aparato movido a mano a lo largo de su dial, llegaban pegadizos estribillos dispuestos a formar parte de su vidas.

Muebles Peris desde Roteros 14, la canción del Cola Cao, el borriquito de Norit, el caldito de Avecrem  e innumerables tonadillas publicitarias se mezclaban con las agudas y atipladas voces de los Boby Deglané, Pepe Iglesias a quien llamaban el Zorro o las académicas expresiones de Matías Prat que, en su mezcolanza y pese a ella, creaban un mundo de ilusión en las domésticas y débiles economías de aquellos años.

Familias que "brindaban" a diario con las chispeantes burbujas de "La Flor de Valencia". Una "gaseosa casera" que se presentaba con sellos de calidad e higiene, elaborada en unas instalaciones que significaban modernidad.

Y a través de las ondas las burbujas musicales se ofrecían durante las horas de comer en alegre deseo y en aras de que la felicidad fuese mayor, contenidas, eso sí, en un buen vaso de gaseosa, achampañada, cuando terminaba en su frugal cancioncilla aseverando aquello de:

¡Sola o con vino es deliciosa!

miércoles, 21 de octubre de 2015

LA CALLE DE LA PAZ EN SU RECTA FINAL


1898 - Finalizaba el siglo y la calle de la Paz aún no encontraba su camino directo al Parterre. El primer tramo se había abierto en 1868 tras el derribo del Convento de Santa Tecla, aunque no con el citado nombre que se fijaría diez años después en homenaje al final de la guerra carlista. En la recta final del siglo faltaba el empujón que completara el proyecto. 

En 1898 el arquitecto municipal Sr. Ferrer era el encargado de valorar el justiprecio para la expropiación de los edificios que aún taponaban la zona.

Surgió la noticia del interés de una compañía de tranvías, no se citaba su nombre, en conseguir la modificación del trazado hasta ese momento para que desde la calle San Vicente y a través de la calle la Paz pudiera alcanzar la Glorieta. La empresa, al parecer, se hallaba dispuesta a anticipar el capital necesario que alcancen las expropiaciones, sin otro interés que el de facilitarle la citada ampliación.  

En la foto vemos el aspecto que ofrecía la calle de la Paz en aquellos años. Además era probable que la Comisión de Policía Urbana estudiara la conveniencia de transformar la Glorieta en un paseo abierto, a fin de facilitar el acceso a los apeaderos de tranvías, una vez abierta la nueva conexión desde la plaza de la Reina, que no sería hasta 1903.

lunes, 19 de octubre de 2015

ALMACENES LA MERCED

Archivo Rafael Solaz

Se esponjó la ciudad y nació la plaza de la Merced que al igual que la calle Liñan eran parte del derribado convento mercedario; de esta forma se comunicaría directa con la plaza del Mercado, donde en 1889 se construiría el Mercado Nuevo.

El Convento de la Merced (25 en el plano) estaba situado junto a la plaza del Mercado. Construido en el siglo XVII fue destruido en 1840 tras la desamortización de Mendizábal al igual que el vecino Convento de las Magdalenas (33 en el plano) de las dominicas.


En la plaza de la Merced, pequeña pero bulliciosa, que iba a formar parte de una envoltura urbana con gran actividad comercial, beneficiada del mercado éste en su función de núcleo, se situarían tiendas y comercios. Como ejemplo vemos los "Almacenes la Merced" en foto de 1928, año en el que se inauguraría el modernista Mercado Central que iba a dar un mayor impulso a la zona. Punto en el que se concentraba la atención del paseante ante los "mantones de Manila" hasta hace unos pocos años, justo en el lugar donde la popular "calle de las cestas" nace, crece y extiende su doméstica y variopinta mueblería en la que no faltan ni las sillas de enea ni los caballitos de madera.

sábado, 17 de octubre de 2015

EN LA CALLE CONDE DE ALTEA

Archivo Municipal 


El domingo 23 de junio de 1923, en unos actos que se iniciaron a las once horas, una comisión municipal presidida por el Alcalde D. Juan Artal, formada por los Sres. Cardona, Rosat, Porta y Ballester, con los maceros del Ayuntamiento, se dirigió al domicilio del Sr. Gil Perotín en la plaza Wilson, en el Parterre, donde se hospedaba el Conde de Altea. Ambos se incorporaron a la comitiva, a la que se unieron también  los señores Ibáñez Rizo y Carrau, dirigiéndose a la calle donde se iba a descubrir una lápida que le daría nombre.

Llegados al lugar, el secretario accidental del Ayuntamiento, Sr. Castañeda, dio lectura al acuerdo que daba el nombre de Conde Altea a la calle trazada en paralelo a la Gran Vía Marqués del Turia.

A continuación y a los acordes de la Marcha de la Ciudad, el alcalde descubrió la lápida decorada al estilo por el que se había optado en la calle del Cardenal Reig, dado a “aunar artísticamente la pintura y la escultura cerámica en rica policromía y oro”. Un medallón circular pintado en azul en su centro, recoge un retrato del Conde de Altea, mientras que a los lados, unas alegorías de la Instrucción, Bellas Artes y Trabajo, recuerdan el paso de D. José Jorro y Miranda por las subsecretarías citadas.

Una vez descubierta la lápida pronunciaron una emotivas palabras los Sres. Artal, Gil Perotín por el Notariado, Carrau por el Colegio de Abogados e Ibáñez Rizo, íntimo amigo de quien iba a perpetuar su nombre en la calle del Ensanche.

Finalmente todos los reunidos se trasladaron al domicilio particular de la plaza Wilson donde se sirvió un espléndido lunch, en noticia publicada por el Diario de Valencia dos días después.

jueves, 15 de octubre de 2015

BOMBARDEO DE VALENCIA

Archivo Rafael Solaz

1869 - Como consecuencia de “La Gloriosa” que se había iniciado en 1868, la ciudad de Valencia tuvo sus días de fuego y sangre manifestados en su punto álgido en octubre del siguiente año, una vez aceptada como forma de gobierno la monarquía tras la promulgación de la Constitución en junio de 1869, decisión fuertemente protestada por los valencianos. 

Los insurrectos del Partido Democrático Republicano Federal tomaron las calles de Valencia en un enfrentamiento armado que, en su número, la fuerza gubernamental, reforzada por regimientos de otras ciudades, cuadriplicaba al bando sublevado que aglutinó cerca de seis mil personas, en una lucha titánica que duró nueve días. 

Valencia entera, la ciudad, fue un escenario en el que sus plazas y calles fueron protagonistas ante el movimiento de los soldados que entraban y salían a través de las puertas de San Vicente, Cuarte, Nueva y Serranos, accesos de una ciudad en donde las barricadas, formadas a base de adoquines, situadas en la zona apropiada por los insurrectos se acercaron al millar. 

El Capitán General publicó un bando a las 7.30 del 16 de octubre en el que instaba a la rendición de los insurrectos com la amenaza de un bombardeo en el plazo de dos horas en caso contrario. Acción artillera que se llevó a afecto con una duración mayor a la de siete horas, que vio su final cuando los sublevados abandonaron sus puestos huyendo de la ciudad.  

El número de muertos en la población se acercó al millar, siendo los heridos innumerables, mientras que las victimas mortales del ejercito, oficiales y tropa, superaron el centenar, así como fueron considerables los heridos y  cuantiosos los edificios derribados.

Vemos el plano de 1869, de Litografía la Económica, con una detallada reseña de la ubicación del ejercito, asi como de los lugares, plazas y barrios de mayor protagonismo, con la curiosa indicación en el número 10 del domicilio del Sr. Guerrero, quien a su condición de Alcalde de la ciudad, se le unía la de jefe de las fuerzas gubernamentales.

miércoles, 14 de octubre de 2015

LA RIADA EN VALLEJO

Archivo Rafael Solaz

La doble riada que se produjo desde la noche del día 14 de octubre hasta las horas del mediodía dejó presa a Valencia de una gran desolación. Buscando las aguas su cauce natural, la presuntamente llana ciudad del Turia dejó líneas de barro en las paredes alcanzado según zonas diversas alturas que superando el metro se elevaron hasta las de cinco.

Es el caso de la barriada de Marchalenes en la margen izquierda del rio, mientras fueron cuatro los metros que ocultaron la calle de las Rocas junto a las Torres de Serranos del marginal derecho.

El barrio del Carmen ocultó sus vidas que se tiñeron de barro bajo un nivel que alcanzó los tres metros, mientras el Parterre desaparecía a los ojos de Jaume I por unas aguas que se pararon en los 3,20.

El barrio de Nazaret se vio inundado por una masa de agua y barro de hasta 2,50 metros, altura semejante a alcanzada en la céntrica calle Pintor Sorolla.

Las aguas anegaron el campo de Vallejo, tal y como vemos en una fotografía que nos muestra parte de la tribuna y la grada sur. 

Quizás para las "granotas" cuya impronta ha quedado fundida en la historia del club, significara aquello su día de gloria, pero... a muy alto precio.

martes, 13 de octubre de 2015

ESTADO DE GUERRA

Valencia en "estado de guerra". La artillería en la calle

1934 - El 5 de octubre, viernes, se inició en España un movimiento revolucionario auspiciado por la oposición que tuvo su mayor significación en Asturias y Cataluña. La chispa inicial se había producido en Madrid la noche del jueves, con motivo de la constitución del nuevo Gobierno. En algunas capitales de provincia se declaró la huelga general, como sucedió en Valencia donde en consecuencia y en la noche del sábado se dictó la "ley marcial" a los acordes de una banda  militar en diferentes puntos de la ciudad, causando asombro en el momento en el que se leía la declaración. "Los acordes de las cornetas y redoblar de los tambores durante el silencio de la noche, era algo que sobrecogía el alma pensando en todo lo que estaba sucediendo". Así se expresaba Las Provincias del martes 9 de octubre que añadía en su crónica el poco público congregado ante los manifiestos, que "prorrumpía en vibrantes vivas a España y al Ejército y algunos mueras contra determinados políticos muy significados".

Periódico que durante tres días no pudo comunicar con sus lectores, como los demás de la ciudad, a excepción del "Diario de Valencia" que pudo continuar sus ediciones. Por la proximidad, había expectación por lo que sucedía en Barcelona. En un principio las noticias que llegaban no eran inquietantes, pues la Generalidad "comunicaba al Gobierno que se disponía a mantener el orden con toda energía", ciudad en la que no se había declarado el estado de guerra a diferencia de Asturias, más exaltada.

Sin embargo la noche del sábado se oyó por la radio de la ciudad condal al Sr. Companys, quien desde el balcón de la Generalidad y ante el público que llenaba la plaza proclamaba la República Federal Catalana bajo la autoridad del “Estat Catalá”, al mismo tiempo que el Ministro de Gobernación hacia pública la conversación mantenida con el Consejero catalán Sr. Dencás que "no ha podido ser más satisfactoria para las relaciones entre aquel Gobierno y nosotros".

Así pues las noticias eran contradictorias. Los radioyentes de Valencia estaban pendientes de sus aparatos, pero lo cierto y fuera como fuere tras una noche de gran tensión y enfrentamientos, con los comunicados del amanecer  se supo que "el ex presidente de la Generalidad, Sr. Companys había capitulado".

Día dominical que fue triste para Valencia. Los periódicos de Madrid no llegaron a la ciudad, los tranvías apenas circularon, los únicos: conducidos y custodiados por la fuerza pública, los partidos de fútbol y corrida de toros fueron suspendidos, con la gente en sus casas atenta a la radio. El lunes fue un día más tranquilo con los comercios abiertos, al ver que la insurrección había fracasado -aunque perduraría por unos días en  Asturias - con la gente por las calles animándose la ciudad.

Mediante un comunicado del día 8, lunes, el Gobierno Civil de Valencia hizo saber las 54 detenciones, "algunas de ellas de significados extremistas" llevadas a cabo. Hubieron pequeños incidentes en la Gran Vía Marqués del Turia y en la calle Garrigues, con varias explosiones, una de ellas en la plaza San Nicolás y otra en un transformador de la calle Cuenca;  al igual que diversas coacciones en la calle Jesús y Camino de Torrente y en comercios de las calles Pi y Margall y de la Sangre. En el Grao se produjo el vuelco de un tranvía.

Y en el mismo día la autoridad militar elogiaba al pueblo valenciano por sus muestras de cordura y sensatez.

domingo, 11 de octubre de 2015

CÓMO SURGIÓ LA IDEA DEL CAMPO DE TIRO A PICHÓN


1908 - La idea de construir en Valencia unas dignas instalaciones para la practica del tiro al pichón había surgido el año anterior en Barcelona, cuando los Sres. Juan Polo de Bernabé,  Juan José Sister y Salvador Zaragoza, valencianos, participaban en un concurso en la ciudad condal.

El proyecto fue acogido en nuestra ciudad con mucho entusiasmo y de inmediato y con el apoyo de otros aficionados valencianos se pusieron a la tarea que les llevaría a conseguir el fin propuesto. La mayor dificultad estribaba al encontrar unos terrenos próximos a Valencia. Sin embargo, cuando se eligió el lugar cercano a la playa, en el espacio comprendido entre el riuet y el malecón de Levante y el restaurante Miramar, las facilidades para su instalación surgieron de inmediato.

Fue decisiva la actuación del Sr. Sister, quien encargó el proyecto al ingeniero Sr. Castells y al maestro de obras Sr. Cardenas. Transcurrido el necesario plazo para la ejecución del mismo, se pidió al Estado, con la mediación del Gobernador, la concesión del terreno de forma permanente, condicionada a las necesidades portuarias en sus futuras ampliaciones, incluida la de su traslado.

Se acompañaba la petición con planos, memoria y presupuesto del proyecto, pulcramente detallado, que básicamente constituía el campo de tiro y un chalet o domicilio de la Sociedad de 17 metros de fachada por 9,5 de profundidad, con dos cuerpos laterales de dos plantas y terraza de 5 metros de fachada por 6,5 de hondo. El proyecto total ascendía a 50.000 pts.

El Sr. Sister en visita personal al monarca Alfonso XIII le expuso todos los detalles dándole cuenta de las personalidades que formaban la Junta Directiva.

En aquel año de 1908 la seguridad de que en breve plazo Valencia podría contar con unas instalaciones a la altura de las mejores para la practica del “tiro a pichón en caja” era total. Las expectativas no se vieron defraudadas y en 1909 la Real Sociedad del Tiro a Pichón vio colmada su aspiración con la inauguración de sus instalaciones.

viernes, 9 de octubre de 2015

CORRER LA PÓLVORA

Fuente - Biblioteca Valenciana

Entre los diversos actos que se celebraban en el transcurso de la Feria de Julio no podía faltar el de la "traca" que discurría por las calles de la ciudad. Tenía gran aceptación popular y su celebración se repetía en diferentes días, pero no siempre con la misma longitud.

En 1907 y a cargo del Ateneo Mercantil se establecieron los días en los que se dispararían tracas y castillos, siendo la especial "traca" de 4.000 metros a las 12 de la mañana del día 25, la llamada a despertar una mayor expectación. Las demás programadas se quedaban sólo en 800 metros.

La "traca", a cargo del pirotécnico Antonio Roselló,  iniciaría su camino desde la Plaza Mariano Benlliure para continuar por San Vicente, Sangre, Emilio Castelar (lados derecho e izquierdo), Sagrario de San Francisco, Lauria, Pascual y Genís, Pintor Sorolla, Príncipe Alfonso (lado Aduana), frente Glorieta, Plaza Tetuán, Congregación, Comedias, Peris y Valero, Reina, Santa Catalina, Zaragoza, Miguelete, Constitución, Caballeros, Tossal, Moro Zeit, Santa Teresa, Pie de la Cruz, Molino Robella, Calabazas, Liñán, Mercado, San Fernando, San Vicente y plaza Mariano Benlliure.

La "traca", que alcanzó los 5.619 metros por los añadidos de otras en su recorrido , tuvo el éxito esperado en un ambiente de gran emoción con masiva presencia de chiquillos y mozalbetes. El punto de mayor concentración correspondió en las inmediaciones de la plaza Cajeros.

miércoles, 7 de octubre de 2015

EL GRAN CAFÉ MARTÍ


Archivo de Rafael Solaz

1932 - En su esquina a Mosén Femades y con acceso en ambas calles, existió el Gran Café Martí de Pi y Margall nº 3. Hizo honor a su nombre y por el trato que dispensaba a los clientes y por su distinción, el favor del público valenciano lo ganó con todo merecimiento.

Se convirtió en lugar de moda, con gran éxito de concurrencia, punto de reunión de comerciantes, al que se sumaban personas de buen gusto. Su sello: la elegancia y la exquisitez.

No obstante, lo más valioso era su magnífico salón interior, dotado de mesas de billar sobre las que no sólo se cultivaba la afición al juego, sino que se prolongaba.

Desaparecido el Café de España, con sus billares, donde se reunía lo más selecto de la afición valenciana, la dirección del Gran Café Martí supo coger el testigo con la oferta de un moderno y elegante salón. Durante las horas del día y de la noche se celebraban excelentes partidas en beneficio de la juventud valenciana, que en su reunión, hallaba la ocasión para su deleite en un menester digno del mejor elogio.

En la foto de 1932 vemos el interior del Gran Café Martí con su aspecto elegante a la espera de la apertura y llegada de la fiel clientela.  

lunes, 5 de octubre de 2015

EL MERCADO DE FLORES, SU INAUGURACIÓN


Archivo RND Jim Baum (1934)

El 28 de Enero de 1933 a las doce de la mañana de un día gris fue inaugurado en la plaza Castelar el Mercado de Flores diseñado por el arquitecto mayor D. Francisco J. Goerlich. Magnifica obra fruto de la imaginación artística de su autor, quien, por cierto, no pudo asistir por hallarse indispuesto en la cama.

El Ayuntamiento dispuso de un acto sencillo presidido por el alcalde accidental Sr. Gisbert, quien pronunció unas breves palabras. Le acompañaban varios concejales con la asistencia de un público muy concurrido. Las floristas manifestaron su alegría con una gran ovación. Terminado el acto se interpretó el Himno Nacional por la Banda Municipal.

El Mercado estaría en servicio desde las 7 de la mañana hasta las 19 horas. Unas obras que habían comenzado en diciembre de 1931, con un costo final de 400.000 pts. Para la ocasión, las floristas adornaron sus cuarenta y cuatro puestos con variedad de flores y jarrones de cerámica.

La corporación había tenido en cuenta para el acto el día del fallecimiento de Blasco Ibáñez, que como en anteriores años, venía aprovechándose para la inauguración de alguna obra en recuerdo de quien en su día se distinguió como impulsor de la necesidad de constantes  mejoras que modernizaran la ciudad.

Terminado el acto la corporación se trasladó al lugar cercano donde estaba situada la lápida de la Avenida de Blasco Ibáñez. La Banda Municipal interpretó el himno de Riego. Prosiguió el homenaje con un segundo traslado a la calle Flor de Mayo, con ofrenda floral ante su casa natalicia, donde desde un balcón contiguo, a pesar de la lluvia que comenzaba, el Sr. Gisbert pronunció unas palabras.

Valencia tenía su Mercado de Flores que fue considerado como un  bello joyero en el corazón de la ciudad.

sábado, 3 de octubre de 2015

LA INAUGURACIÓN DEL OLYMPIA


1915 - Se va a cumplir muy pronto, en noviembre, un siglo desde la inauguración del Teatro Olympia. Muy pocos meses después de su estreno, enmarcando un redactor de la época el "progreso industrial de Valencia", lo citaba como uno de los más importantes acontecimientos de la ciudad. Con gran alarde arquitectónico, abundaba el cronista, su creador el Sr. Rodriguez, "reunía las galanuras del más puro estilo".

Destacaba el importante desnivel del patio de butacas, "a la manera de los teatros extranjeros" y la suntuosidad de sus palcos con una espléndida ornamentación. Mencionaba su iluminación, con sus adelantos técnicos, profusa y que da un aspecto brillantísimo a la sala. En su vestíbulo y como señal de modernidad,  unas vitrinas anuncian productos industriales.

Igualmente las pinturas, muy notables, brillan por su ejecución finamente acabada, en especial las de algunos frisos y las de escenas valencianas que decoran la escalera que, al centro y entrada a la sala, da también acceso al bar instalado en el sótano con mucho esmero.

Y como otra innovación, menciona la de las señoritas acomodadoras, muy bien acogidas por el público en una noche inaugural con puesta en escena de la famosa ópera cómica de Rosini,  Il barbieri di Siviglia, dirigida por el barítono Stracciari, e interpretada por los inminentes artistas Graziella Pareto, el tenor Giergenshy, el bajo Torres de Luna y el maestro Panizza.

Correspondió a la noche de una brillante inauguración,  a la que acudió lo más selecto de la sociedad valenciana.

Entre los espectáculos ya ofrecidos ha captado la atención el del Kinemacolor, un cine en colores que ha llenado la sala en sus diferentes sesiones.

jueves, 1 de octubre de 2015

LA PLAZA DE EMILIO CASTELAR


Archivo Rafael Solaz

1931 - En los últimos días del mes de marzo el tiempo se ofrecía verdaderamente primaveral. Se avecinaba la Semana Santa. Sánchez de León Hermanos, S.A. de la calle San Vicente, invitaba a visitar sus escaparates, ofreciendo una extensa gama de productos con su habitual precio de reclamo durante los sábados.

En lo urbanístico, la reforma de la plaza del Carmen llamaba la atención a los vecinos de tan entrañable barrio, y el arquitecto Goerlich disponía ya del boceto aprobado en su día por el ayuntamiento del Marqués de Sotelo. Tanto era así, que el alcalde en el momento Sr. Santonja visitó la zona para conocer su estado, dando instrucciones al arquitecto municipal para que comenzase cuanto antes la ejecución del proyecto. La importancia estribaba por ser uno de los lugares más visitado de la ciudad, a pesar del lamentable estado que ofrecía. No obstante y por la proximidad de las fiestas de San Vicente, el comienzo de su pavimentación se iba a postergar hasta la retirada del altar vicentino. El monumento a Juan de Juanes y por razones presupuestarias, se iba a dejar para mejor ocasión.

También estaba en obras la calle San Vicente, extramuros, (se decía entonces) pero a un ritmo muy lento, lo que escamaba al Sr.  Alcalde.

Sin embargo y en la foto de la plaza Emilio Castelar se observa ya finalizada la trama urbana de los nuevos edificios desde la calle de la Sangre a la calle San Vicente, en un tranquilo día que se supone festivo a la vista del velo que porta la enguantada señorita.

Llama la atención el caminar taciturno de un señor con gorra, manos cogidas a su espalda, ajeno a la escasa circulación, mientras que se observa entre las cabezas de nuestras protagonistas  el indicativo de Malvarrosa en un furgón de transportes.

Plaza Castelar, en la que se observa un tranvía, también estaba en obras. Muy pocos años después iba a mostrar culminada la que sería famosa "tortada de Goerlich" con su mercado de flores subterráneo.