lunes, 27 de abril de 2015

VALENCIA, CIUDAD DE IMPRENTAS

1955 La imprenta valenciana Antigua imprenta. Felicitacioìn Libreriìa Bello. Ca. 1955
Archivo de Rafael Solaz

1955 – A Valencia, y por derecho propio, se debe considerar como una “ciudad de imprentas”. Se lo merece, toda vez que allá por el 1474, próximo al Portal de la Valldigna, uno de los muchos lugares emblemáticos de la ciudad, se imprimió la primera obra literaria de España: “Les trobes en lahors de la Verge María”. Del taller de Jacobo Vizlant, comerciante alemán instalado en Valencia,  y entre otras obras salió la Biblia de Bonifaci Ferrer en Lengua Valenciana.

Valencia reunía para ello todos los requisitos. En lo fundamental, ser meritorio y único foco cultural de la época, a lo que se  unía la calidad del papel de Játiva y a la sazón ser la ciudad más importante de la Corona de Aragón. A la citada imprenta, en la que los impresores  Alfonso Fernández de Córdoba y Lambert Palmart prestaban sus servicios, se sumarían otros impresores que en su conjunto iban a otorgar al “cap i casal” tan merecida consideración, siendo la ciudad española con mayor número de impresores. En el siglo XVI llegó a Valencia el flamenco Juan Felipe Mey, que con sus descendientes iban a aumentar la fama de la ciudad con la impresión en el XVII de dos ediciones del Quixote cervantino, entre otras grandes obras.

Manuel Cavero y Juan Antonio Mallen destacaron en el XVIII, al igual que la familia de los Bordázar y Antonia Gómez, viuda de José Orga, junto a sus hijos.  Los Monfort, Bordázar, Joaquín Ibarra o Sancha y con su continuidad en el XIX, mantuvieron en lo alto la fama impresora de Valencia.

El grabado que nos reúne corresponde a una tarjeta felicitación de la Librería Bello de 1955.

Fuente: María Pilar Cavero - Tesis Doctoral

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