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sábado, 28 de febrero de 2015

LOS CARNAVALES EN 1911

1911 el carnaval

1911- Terminaba el mes entre el carnaval y el buen tiempo, pese a que en su inicio los temporales habían azotado la costa con serias amenazas para las “barcas del bou”.

La idea en la construcción de “chalets para los periodistas” saltaba a la palestra de la mano del redactor Gil Sumbiela, y el día 17 Vicente Blasco Ibáñez llegaba a Valencia procedente de América para su estancia en la ciudad con una agenda de dos días en los que sería objeto de homenajes por parte del Ayuntamiento republicano y con diferentes actos, inaugurando con su presencia la Casa de Refugios del Mar en la playa de Levante. El Palacio Municipal acogió un banquete en su honor de más de cien comensales, con las asistencia de las autoridades municipales, universitarias y judiciales, con una posterior conferencia a cargo del novelista en el Teatro Circo de la Exposición, que iba a ser derribado en ese año, para despedirse de los valencianos la mañana del día 20 desde la Estación del Norte.

En este ambiente finalizaba el mes con la fiesta del Carnaval y con un acto en el Teatro Principal donde el Circulo de Bellas Artes, cuya participación en diferentes actividades festivas y culturales era muy notoria, iba a animar aquellos días organizando un concurso de disfraces. No hubo una gran expectación popular, pese a que el Ayuntamiento había costeado diez carruajes de exuberantes adornos para su paseo por la ciudad.

La foto de José María Cabedo muestra el aspecto que ofrecía el coliseo valenciano, en una fiesta que en la que no faltó el  “el baile de máscaras” captado por el fotógrafo.

Fuente – Las Provincias.

viernes, 27 de febrero de 2015

LAS PELEAS DE GALLOS

la gallera en la sociedad artistica escalante años 30 La "Gallera" en la Sociedad Artística Escalante años 30

La pelea de gallos tuvo su momento en Valencia. Arraigó en la ciudad en el primer tercio del XIX y su cuota de popularidad fue en aumento, convirtiéndose en popular motivo de entretenimiento para unos aficionados que acudían al reñidero situado en la plaza de Mosén Sorell los días festivos. Como negocio, vecinos del barrio del Carmen se esforzaban por la cría de un buen gallo de pelea, toda vez que suponía un buen pellizco para el sustento familiar.

También se puso en práctica en el LLano de Zaidía donde se construyó un circo adaptado a las peleas de gallos con el añadido de salas para otras actividades de recreo y conferencias. Estaba entre los puentes de Serranos y San José, por lo que la cercanía a los pueblos de huerta facilitaba la asistencia de los aficionados. Las peleas se ofrecían todos los días festivos, así como los jueves durante una parte del año. Los cinco cuartos de la entrada facilitaba una gran concurrencia.

La afición por los gallos también llegó al centro de la ciudad a finales de siglo, y en 1890 se inauguró la Gallera de la calle Aluders que estuvo muy activa hasta avanzado el siglo XX. De arquitectónico acabado y planta circular, se conserva en la actualidad como Sala de Exposiciones.

El Marítimo también tuvo sus “peleas de gallos”, en el Cabanyal, en una costumbre que pese a la prohibición existente ha llegado el actual siglo con la intervención policial ante su conocimiento.

Fuente: Valencia en la Revolución (1834-1843) de Ivana Frasquet

jueves, 26 de febrero de 2015

LA PUERTA DE LA ALMOINA


años 40 Puerta Romaìnica de la Catedral. AnÞos 40
Archivo de Rafael Solaz

Las arquivoltas de la puerta románica de la Seo se muestran de reojo y como en adorno de piedra ante la mujer que desde la Barchilla cruza.

En el mediodía la plaza de la Almoina refleja luz y paz. Se observa el tránsito de un hombre que empuja su carro tras un perro que imaginamos le indica el camino,  como si su dueño no lo supiera. O avanza el can en solitario. ¡Quién sabe!

El día es de un sol radiante aunque en época invernal como nos avisa el ropaje de los escasos caminantes bajo el pasadizo que une la Catedral con el Palacio Arzobispal, a principios de los cuarenta,  del que se adivina apenas quedan vestigios.

Puerta de la Almoina o del Palau, más de siete siglos casada con el arte entre tañidos del Micalet y Kyrie eleison de gracias, engrandecida por luces con brillos de esperanza.

miércoles, 25 de febrero de 2015

AL MERCADO

1888 torres de serranos

La puerta de Serranos como alto trono, esbelta y con empaque, era la entrada a la ciudad para quienes acudían desde las cercanas huertas situadas al norte, o bien llegaban de la lejana serranía.

Y por su portal de rica tracería y rumbo al mercado, todos los días cruzaban legumbres, vinos, frutas y granos; aceites y carnes; esparto y miel; cestas y tinajas; maderas y leña para arder.

lonja1909 sotano donde se guardaban los toldos y demás accesorios del mercado
Junto a la Lonja y en su extensa plaza se alineaban los puestos con sus toldos, útiles que un día tras otro pernoctaban en su sótano a través de una puerta en el frontal; su recuerdo nos llega gracias a una ventana a ras del suelo.

Con sus precisos puntos de venta, el aceite se dirigía hacia la Lonja de su nombre al que se accedía por la calle Nueva, entre otras, y que a su derribo, dio luz la plaza del Dr. Collado, mientras que los granos alargaban su camino al Almudín. Y el pescado hacia la plaza Redonda y su entorno.

Antes de cruzar el portal los huertanos debían de pagar en el "fielato"el correspondiente impuesto que les autorizaba su venta en mercado, de acuerdo con una tarifa establecida para carnes, vinos, vinagres, madera...

Puertas hacia el mercado de madrugada, con retorno de vacío a la huerta

martes, 24 de febrero de 2015

EL KIOSCO DE LA CALLE DE LA PAZ

1900 el kiosco calle la paz

Tras la Gloriosa de 1868 se impuso un nuevo concepto urbanístico tendente a mejorar la comunicación desde el centro de la ciudad con sus arrabales. Fue el momento de un audaz proyecto que iba a cambiar de forma radical el trazado interno de la ciudad, con dos ejes viarios en perpendicular que iban a comunicar y en línea recta los cuatro puntos cardinales de Valencia. Pero por motivos que no vienen al caso, pasaron al olvido.

Como principal fruto, nació la calle de la Paz que iba a sustituir la salida natural de la calle del Mar, estrecha y sinuosa. Y con ella, la aparición de un bello kiosco que iba a poner en entredicho durante unos años, a la autoridad municipal.

En 1895 se construyó con la debida licencia municipal un kiosco en la Plaza la Reina, en su esquina con la calle de la Paz, conocido como Cicerone. Los vecinos protestaron por su fealdad, solicitando su derribo, pero un año más tarde la Sociedad G. Martinez y Cia., modernizó el kiosco y siguió ocupando la calle.

En 1898 y por la apertura de la calle de la Paz y la molestia que iba a procurar a los carruajes, el Ayuntamiento ordenó su derribo en un plazo de ocho días.

La empresa hizo caso omiso y el 11 de Diciembre de 1901 el Ayuntamiento volvió a insistir en su derribo, en un plazo otra vez de ocho días.

La empresa hizo oídos sordos y el 13 de Junio de 1904 (tuvieron que pasar tres largos años) el Ayuntamiento lo desmanteló pasando los gastos a D. Elías Martínez, propietario del kiosco.

Bibliografía: “Del Miguelete a Santa Catalina” de J.L. Corbín Ferrer.

lunes, 23 de febrero de 2015

LA ESTACIÓN DE LAS TORRES SERRANOS

 años 60 estacion autobuses torres serranos_
Años 60. En febrero de 1970 entró en funcionamiento la flamante estación de “Autobuses del  Norte” que estaba llamada a concentrar en su mejor servicio a los diversos puntos de estacionamiento esparcidos por la ciudad, en especial, aquellos que dirigían sus trayectos hacia el  norte de la provincia, mientras iba a ser otra, la situada en la avenida Waksman, la llamada a cobijar las líneas hacia las localidades del sur de Valencia.

Ante la ausencia de un lugar adecuado, junto a las Torres y por su amplitud, se utilizaba la explanada como punto de parada para los autobuses que vía carretera de Barcelona, en su inicio junto a la Torreta, comunicaba la ciudad con los pueblos del norte, El Puig, Puzol, Santo, etc.

Y tal y como vemos en la foto, la marquesina de cemento ponía en orden y concierto a las diferentes líneas que en aquellos años y junto a los tranvías, dominaban el tráfico de la ciudad. La estampa permaneció hasta su derribo por la piqueta, cuando con la entrada en servicio de la nueva terminal junto al río en la zona de Tendetes, los autobuses en las calles se limitaban a sus líneas urbanas.

Lugar muy bien comunicado, pues junto a las torres y en el otro flanco, existían las paradas de diversas líneas de tranvías, así como también por la cercana estación del Pont de Fusta, a la otra parte del rio.

Almenas al viento y ruedas sobre el asfalto nos acercaban en eficaz vuelo a la Calderona.

domingo, 22 de febrero de 2015

GRUPO EN LA HUERTA

1935 grupo en la huerta

Archivo de Rafael Solaz

La parra y la higuera junto con el carro y el perro, en su conjunto, nos prodigan un instante mágico que representa el sabor más genuino de la huerta valenciana.

La foto hacia 1935 nos regala a sus protagonistas: el clan familiar en torno a la huerta, en el que la presencia del niño sugiere la continuidad en el esfuerzo, aunque en el discurrir de los años se haya visto reducida en su extensión por la asfixia a la que se ha visto sometida por su cercanía a la gran urbe.

El caballo es la enseña de la fuerza, en esta ocasión conducido por el huertano, quien en su apacible posado, cigarrillo entre sus labios con el cabezal en la mano y junto a la esposa orgullosa por su contribución al trabajo, como sustento del hogar, muestran unidos el orgullo por su "contribución a la huerta".

Y con la parra al fondo, tan presente siempre,  con sus racimos de ilusión y el aliño de sus pámpanos.

sábado, 21 de febrero de 2015

PHOTU-DITOS

1979 Photu-ditos. Falla Ferroviaria de Valencia 1979. Esteban Gonzalo

Fueron escena en la Falla Ferroviaria de Valencia en 1979, premiados como los mejores ninots de la Sección Especial y los indultaron de la cremá por petición del Gremio de Artistas Falleros para el museo que estaban construyendo en la Ciudad Artista Fallero. Un museo, muy apreciado por valencianos y visitantes, cuyos fondos actuales son tan numerosos que los van exponiendo por turno rotativo.

Falla realizada por el artista Miguel Santaeulalia Núñez, cuyo lema “La caída del Imperio Romano”, según el llibret del prolífico poeta Anfós Ramón i García, fallecido el año pasado, satirizaba: la caída de otro imperio, la del Organismo Superior Fallero, por irregularidades en actividades, privilegios, organización de actos y falta de enfoque de la Olimpiada del Humor, pero también a quienes hacían el agosto con la Fiesta pero no colaboraban para su desarrollo. En cuanto a premios, además del mencionado, el monumento efímero consiguió el cuarto premio de la Sección Especial y el segundo de Ingenio y Gracia, y el llibret el cuarto galardón de Lo Rat Penat.

Dúo de ninots que también habrían estado al día en un monumento de 2009 cuando los falleros valencianos estaban photu-ditos (finamente fastidiaditos) por las costosas soluciones para adecuar sus casalets a las nuevas normativas y los problemas sin resolver de la pirotecnia, que, además, se agudizaron el año pasado. Asimismo, los “enfadados” soldados romanos calzados con alpargatas de careta serían de actualidad fallera por la grave situación de la agricultura valenciana con porcentaje creciente de campos sin cultivar por falta de rentabilidad.

Texto y foto de Esteban Gonzalo Rogel

viernes, 20 de febrero de 2015

LA PUERTA DE LA TRINIDAD

Puerta de la Trinidad. Grabado
Tras la Reconquista de Jaume I y por las donaciones a las diversas órdenes religiosas, Valencia se convirtió con el tiempo en una ciudad conventual, siendo considerada como la “de las mil torres” por el aspecto que ofrecía. Torres y campanarios conformaron una “bóveda espigada” que emergía de su recinto amurallado, inspirando al artista presto a dejar para la posteridad una imagen emblemática que fue desapareciendo por la política desamortizadora a lo largo del siglo XIX.

El grabado de principios del citado siglo, nos regala su aspecto con el puente de la Trinidad, el más antiguo de la ciudad, del siglo XV, en primer término y la muralla cristiana con la Puerta de la Trinidad (nombre que tomaba del puente y éste lo hacía por el monasterio custodiado por monjas clarisas de su cercanía) también conocida como "del catalans" o Al-Warraq.

Y al mismo tiempo hace que fijemos nuestra atención en su puerta, allí situada debido al trazado del cardo romano que hizo que fuera el lugar natural de salida o entrada en Valentia en su dirección norte.

Imagen idealizada de Valencia. Grabado de 1857

El grabado de 1857 que nos muestra la imagen idealizada de Valencia, es un refuerzo a la nominación que se mereció nuestra ciudad por parte de quienes la visitaban.

Grabados del archivo de Rafael Solaz

jueves, 19 de febrero de 2015

EL PRIMER LIBRO IMPRESO EN ESPAÑA – LA VALENCIA LITERARIA

Placa Portal de Valldigna

En el barrio del Carmen, justo al lado del conocido Portal de la Valldigna, se imprimió en el año 1474 el primer libro de carácter literario del que se tiene constancia en la Península Ibérica: Les trobes en lahors de la Verge María, que contiene 45 poesías, la mayoría de ellas escritas en valenciano, del cual se conserva un ejemplar en la Biblioteca de la Universitat de València.

La imprenta propiedad de Lambert Palmart, de origen alemán, y del platero Alfonso Fernández de Córdoba, fue la primera que se instaló en España, en el siglo XV, muy pocos años después de que Johann Gutenberg inventase la impresión con tipos móviles en Maguncia.

En aquellos primero años, los impresores, cargados con la prensa y sus tipos, viajaban por distintas ciudades europeas buscando trabajo, eran profesionales ambulantes cuyo principal cliente era la Iglesia. Una vez finalizado un trabajo, se desplazaban a otra ciudad en busca de nuevas fuentes de ingresos.

La ciudad de Valencia en el siglo XV había alcanzado una importante notoriedad económica y social, por lo que el impresor Lambert Palmart, decidió establecer su taller de forma definitiva en nuestra ciudad. Además en aquellos años en la cercana ciudad de Xátiva se producía el papel para la impresión de alta calidad.

Hace años, se planteó la posibilidad de que el primer libro impreso en España fuese el Sinodal de Aguilafuerte, que se encuentra en Segovia, aunque parece que el mismo fue impreso por uno de los impresores ambulantes de los que antes hemos comentado, el alemán Juan Párix, quien se trasladó desde Roma a Segovia a petición del obispo Juan Arias Dávila para realizar ese trabajo, el cual, además no es un libro propiamente dicho, como Les trobes en lahors de la Verge María, sino más bien una hoja parroquial.

Sin duda hay teorías para todos los gustos, pero nosotros nos quedamos con la nuestra: Valencia fue la cuna de la imprenta moderna en España.

Fuente: Historia del libro, de Hipólito Escobar (Ed. Fundación Germán Sánchez Ruperez, 1996) y Reseña histórica de las imprentas que han existido en Valencia, de José Enrique Serrano y Morales (Ed. Ayuntamiento de Valencia, 2000)

Texto de Mauro Guillén

miércoles, 18 de febrero de 2015

“MARCELINO EL TOMBOLERO”, D. MARCELINO OLAECHEA


1946 arzobispo tombolero
 Archivo Las Provincias

Quien iba a ser un Arzobispo muy popular y conocido cariñosamente como "Marcelino el tombolero", llegó a Valencia un 16 de junio de 1946.

Como es norma para quienes merecen el arzobispado valentino,  que había sido designado unos meses antes, el 18 de febrero, el día de su llegada a la ciudad pernoctó en el antiguo Convento del Socorro, actual Colegio de Jesús y María.

La gran popularidad que alcanzó fue por su decidida propuesta de construir viviendas para los más necesitados, con el primer logro de la creación de un Banco de los Desamparados que estuvo funcionando en el Palacio Arzobispal.

Continuó su objetivo con la famosa “tómbola de D. Marcelino”, ubicada primero en la plaza de la Reina y después en la de la Virgen, ocupando los solares de los derribos para su ampliación, tal y como había sucedido en la de su inicio.

Vemos la foto en ocasión de su llegada, el agrado y simpatía con que fue recibido el más popular de los arzobispos que ha tenido Valencia desde la posguerra.

martes, 17 de febrero de 2015

CASA BALANZÁ

AÑOS 70 CASA BALANZA
Archivo de Rafael Solaz

El chaflán de Casa Balanzá tenía su prestigio. Y con él sigue. Su posición privilegiada ayudaba a ello y la "puerta de Balanzá" era el lugar de encuentro más utilizado, tanto para los ansiosos del ocio en las horas nocturnas, como para cerrar un trato comercial a cualquier hora del día, al igual que para celebrar tertulias de café, copa y puro. Y allí acudían los limpiabotas para dar lustre a los zapatos a quienes requerían de sus servicios desde la hora del café matinal a la de media tarde de cualquier día laborable.

Entrada entre dos calles al “broadway valenciano”, en su barra interior se ofrecía un amplio surtido de aperitivos que hacían las delicias de su fiel clientela, en una rivalidad culinaria que se establecía entre otros afamados establecimientos del centro lúdico de la ciudad.

Tal era el atractivo que ofrecía su fachada, que complementaba su servicio con la publicidad en un marco de gran visibilidad y concurrencia que lo convertían en el ideal para anunciar al Hipódromo El Saler, tal y como se observa en la foto de los 70,  que tras poco tiempo de uso, se quedó en un frustrado sueño de emular a otras prestigiosas carreras de caballos de gran repercusión nacional.

Las máquinas tragaperras se adueñaron del lugar, pero la "puerta de Balanzá" aún sigue fiel para cualquier cita cuando el reloj indique su hora.

lunes, 16 de febrero de 2015

FERIA MUESTRARIO INTERNACIONAL, SUS EMPLEADOS


 
1931 empleados feria muestrario internacional 1931 – Archivo de Rafael Solaz

La Feria Muestrario Internacional había vencido la rémora que supusieron los eventos de Sevilla y Barcelona del año 1929 y la Cámara Oficial de Comercio, a través del Ayuntamiento, instaba a la ayuda del Estado para colocar a la institución en el lugar que se proponía.

No obstante, las mayores dificultades procedían por la necesidad en ampliar sus instalaciones, objetivo que se trazó, sin lograrlo, durante el primer lustro de los treinta, inmersos en la crisis económica internacional de aquellos años. En 1936 la Cámara Valenciana proponía como solución definitiva la expropiación y donación a la entidad ferial de unos terrenos anexos. Por razones obvias en 1937 ya no hubo certamen, reanudándose la actividad en 1942.  

Pese a todas estas adversidades, la Feria de Muestras Internacional de Valencia había alcanzado en los años treinta un cierto prestigio europeo, como  lo demostraba la consolidación de la misma con la participación de una extensa gama de  productos valencianos, nacionales y con la presencia de 150 expositores europeos. La industria del mueble valenciano veía en la FMI su mejor ventana y sus expositores causaban sensación al público interesado por sus acabados.

Si la FMI de Valencia funcionaba a satisfacción de sus clientes y también del público asistente, se debía entre otras razones al magnífico comportamiento de sus empleados, de cuya representación la imagen nos ofrece una pequeña muestra en la que se vislumbra el orgullo de los empleados, con traje y corbata, posando como recuerdo de su participación durante los días de certamen. 

domingo, 15 de febrero de 2015

EL PALACIO DE BATLIA

PALACIO DE LA BAYLIA

El Bayle General del Reino de Valencia era el encargado de velar por la administración de la Hacienda y el Real Patrimonio. Tenía su residencia en la actual plaza de Manises, en el existente Palacio de Batlia en su función de Magistrado de la Institución Foral.

Con el reinado de Isabel II, el palacio pasó a propiedad privada, al noble José Juanmandreu Sitges, quien dentro del estilo neoclásico elevó el edificio con un segundo piso. En los años 40 del pasado siglo pasó nuevamente a manos de la Diputación de Valencia, con una nueva restauración y ampliación utilizando el antiguo huerto del palacio, a cargo del arquitecto José Manuel Cortina Pérez.

En la actualidad es la sede de la Diputación de Valencia, cuya misión es la de colaborar con la administración de los ayuntamientos de la provincia.

Vemos una instantánea de los años sesenta que nos ofrece una vista parcial de su fachada con un Seat 600 aparcado en la puerta, en su misión de hacer más cercana la distancia entre la administración y el municipio. 

sábado, 14 de febrero de 2015

FAMILIA EN FALLAS

Plaza de Brujas al fondo1966_colgada
Colección familiar Carlos Aparici

En  1966 la avenida del Oeste era un proyecto inacabado. La plaza del Cementerio de San Juan con los derribos de las últimas casas, iba a dar paso a la Plaza de la Ciudad de Brujas, aunque aún pasarían casi tres décadas para su nominación en homenaje a la ciudad en la que el humanista valenciano Luis Vives había adquirido mayor prestigio, residiendo en ella hasta su muerte.

La prestigiosa Ferretería La Cadena ofrecía sus artículos de menaje, y los rollos de telas metálicas eran muy demandados para las casas de campo, cada vez más cercanas gracias a los Seat 600 que tomaban las calles. Los Santos Juanes esperaban su necesaria restauración y del Mercado Central surgían perfumes de huerta, salitre de salazones y aromas de especias que se mezclaban con la pólvora en un día de fallas.

Atrás en el tiempo quedarían dos pasajes: Monistrol y Cementerio de San Juan, al igual que unas intenciones de estirar la nueva avenida hasta el puente de San José, alojadas en el baúl de los proyectos. La nueva avenida, también conocida como Barón de Cárcer, iba a facilitar la comunicación con el mercado en su importante mejora.

La foto familiar nos acerca a un pasado, fiel a su misión como fondo documental de indudable valía.

viernes, 13 de febrero de 2015

DESCANSO TRAS LAS ESCURÁ


1945 El descanso de la tarea 1945 – Colección de Pilar Martínez Olmos

Eran los años 40 y el ama de casa veía avanzar las horas del día entre chispazos  de carbón y ruidos de cazuela, probando de sal los platos de cuchara a un fuego lento que mantenía el hervor. La tierra de fregar era el relevo en la tarde y los platos y ollas volvían después a la alacena, limpios como una patena, aunque desgastados por la "escurá" en cuya batalla la mujer perdía sus fuerzas.

El corral, si lo hubiere, era el lugar ideal para la fresca, en espera de acometer la tarea para la cena, tal como vemos en la foto donde mientras el perro olisquea, el ama de casa descansa, acomodada entre sillas de enea, una de ellas desvencijada por el paso del tiempo, aunque eficaz apoyo para completar una escena tan doméstica como grata. 

Como proyección del hogar, entre plantas y jilgueros, con los titas, titas, se engordaba a las gallinas para el buen caldo del puchero que llegado el domingo reinaba en la mesa.

¡Titas, titas!

jueves, 12 de febrero de 2015

EL POETA NICOLÁS Y SUS ZAPATOS VOLADORES.

 
El poeta Nicolás junto a  una falla del centro histórico de Valencia. Años 20 – Falla centro histórico


Bohemio personaje que fue popular en la Valencia de la primera mitad del siglo veinte. Le conocí cuando ya anciano lo habían acogido en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y lo enviaban periódicamente con las cuchillas y las placas de la picadora de carne para que se las afilaran en una firma comercial de maquinaria para la alimentación cuya oficina estaba en la calle San Vicente Mártir, empresa en la que trabajé mis primeros nueve años laborales. Una de las veces, en 1959, me regaló la foto que acompaño con una rimbombante y cariñosa dedicatoria en su reverso (Pongo a su disposición este retrato como recuerdo de la causa que lo indujo a apreciarme. Nicolás), y en otra ocasión nos comentó a mayores y jóvenes su último invento, los zapatos voladores, “ya que colocando tacos de goma muy elásticos bajo las suelas podríamos andar más rápido”. Me ha recordado que hace pocos años vi en televisión anuncios y comentarios sobre artilugios colocados en los pies para andar más veloz.

Reverso de la foto del Poeta Nicolás.-Valencia. Reverso de la foto

Cuando me dio la foto se la enseñé a mi madre, quien me contestó que había sido un personaje muy conocido, sin malicia, que cuando menos lo esperaban los viandantes se detenía en una calle y le dedicaba apasionados versos a una señora o señorita de algún balcón o ventana.

Según el periodista Rafael Brines Lorente era un hombre menesteroso pero con gran dignidad, que improvisaba versos, unas veces más acertados que otras, los declamaba principalmente en la Alameda formando corro y falleció en los años sesenta en el citado asilo. Según mi madre era soltero y el único Nicolás de los años sesenta en el citado centro asistencial, tras las pacientes averiguaciones de la Hermana Ana, fue un turolense casado que falleció en 1971.

O fue este señor o posiblemente tuviera otro nombre y Nicolás se lo puso él como admirador de poetas como el valenciano Nicolás Núñez, famoso en el siglo XV, y el cubano Nicolás Cristóbal Guillén, muy importante en el siglo veinte.

En la foto, de autor anónimo y realizada en los años veinte junto a una falla del centro histórico, está el poeta Nicolás sobre dos piedras y ataviado con un amplio abrigo en cuyos grandes bolsillos guardaba hojas con poesías.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

miércoles, 11 de febrero de 2015

LA FÁBRICA DE MURS I VALLS

la fabrica de murs i valls

La “Fabrica de Murs i Valls” tuvo su origen en la riada de 1358 que causó un importante destrozo en la ciudad, así como en la muralla cristiana que en aquellos años se estaba construyendo. Tuvieron que pasar unas décadas para su reglamentación oficial bajo la autoridad municipal, siendo en 1406 cuando quedó legalmente constituida imponiendo la "sisa del trigo" para su provisión de fondos, ampliando su cometido para la construcción y conservación de puentes, murallas, fosos, baluarte del Grao, saneamiento de acequias y valladares, incluso de asistencia al Reloj situado en la Catedral, así como a la aguas residuales; encargada también del ornato de la ciudad ante homenajes y celebraciones.

La conocida como Fabrica Vella tuvo problemas económicos que dificultaron sus muchas obligaciones en perjuicio de la ciudad, por lo que se tuvo que recurrir a unos gravámenes sobre artículos de consumo.

Una nueva riada, la de 1589, llevo a la creación de la “Fabrica Nova del Riu” (1590) con especial atención al cauce del río, puentes y pretiles, estableciéndose a la sazón un nuevo impuesto sobre la carnes consumidas en la ciudad que tuvo como nombre la “nova sisa de les carns”.

De esta nueva fábrica, surgiría la restauración de los cinco puentes existentes, que en la riada de 1957, cuatro siglos más tarde, soportaron bizarros la salvaje embestida de sus aguas fluviales.

El jurisconsulto Josep Llop fue quien en su magnífico estudio del siglo XVII iba a recopilar las costumbres y observancias de una institución de gran actividad en la época foral.

martes, 10 de febrero de 2015

EL CINE RIALTO, DE TRAJE Y CORBATA


1950 cine rialto
Archivo de Rafael Solaz

Sobre la estirada fachada del cine Rialto se descolgaba el cartel publicitario cual cortina de fantasía cuyos crespones servían de adornos a la marquesina de las taquillas.

Sucedía en los años de Cifesa, la en blanco y negro, con películas de gestas nacionales donde igual se manifestaba “Agustina de Aragón” en su reto al francés, que amanecía un día con “Alba de América”, mostrando su nao en la amplia plaza del Caudillo.
Gary Cooper y Esther Williams estaban llamados a mostrar la proyección internacional, sin embargo, en aquellos inicios de la década de los 50, se estrenaba Pequeñeces, con gran éxito de taquilla como con anterioridad lo tuvo Aurora Bautista en Locura de Amor ante un público entregado.
Sobre la tortada de Goerlich, una bella señorita nos regala el recuerdo del Rialto de antaño.  Un cine de estreno de sombrero, traje y corbata que nada tenía que ver con el de barrio, de sesión continua con fiambreras de pisto y botellas de agua.

lunes, 9 de febrero de 2015

EL CARTEL DEL CINEMATÓGRAFO


cine rexFuente : "El libro de los cines" de M. Tejedor

Pasión, celos, odio, muerte. Un peñasco fue el lecho donde hermanaron estos sentimientos que se manifestaron tiempo después con una flor silvestre, roja, surgida en un secarral entre montañas.

Película mítica la de su estreno en España en 1953 que, con la moda de entonces, cubría las fachadas de los cines mediante una gran y artística escenografía que ocultaba, en su caso, la riqueza arquitectónica que poseían.

El cine Rex era de esos. Gran Teatro primero y cine Rex años más tarde, abrió sus puertas en 1923  y con su lámpara de ensueño de Mariner, estuvo funcionando hasta 1993.

Él y ella en su zaguán y como parte del atrezo, cabalgan ante una Avenida Marqués de Sotelo concurrida de gentes que iban a llenar  la platea de uno de nuestros más importantes coliseos.

domingo, 8 de febrero de 2015

CALLE ESCALONES DE LA LONJA

 
CALLE ESCALONES DE LA LONJA
Calle Escalones de Lonja, curioso nombre para tan singular vía, que perdió su nombre, por el hacedor de la Lonja, (sí hacedor). Emblemática conexión entre la bulliciosa plaza del Mercado y la no menos bulliciosa, y comercial, plaza del Dr. Collado. Calle recubierta de grandes, grises y pulidas losas, algunas aún originales.

CALLE ESCALONES DE LA LONJA2
Tuvo ésta calle y así la recuerdo finalizando los años cuarenta, dos emblemáticos comercios, que la configuraron y nombre le dieron; en su misma esquina con la plaza del Dr. Collado, la Librería Mariana lugar referente para los escolares y escuelas de hace bastante más de cien años, libros de texto de los de entonces, pequeños de formato y grandes de saber; de los que conservo algunos; donde aquí no se encontrara el libro necesitado, era difícil hallarlo en otro lugar.

La foto de cabecera que cuelgo, un Epítome de la Historia de España, se paró su última página, en la boda de Alfonso XIII, en el ya lejano 1906.

Y enfrente de la puerta lateral de la Lonja, una juguetería de modestos juguetes, la Del Tambor, juguetes de los de antes, donde el niño ponía su imaginación para poder jugar, inventar historias o fantasías, juguetes de madera, hojalata, cartón y poco más, carritos de mano de todos los tamaños, colgaban en su exterior, en lo alto de sus puertas, muñecas con caras de cartón piedra y cuerpo de basta tela relleno de paja, tambores, aros, rojos pianos de madera o xilófonos, pistolas y espadas, y el rey de los juguetes, los caballitos de cartón, de espantada cara, base de madera y de hojalata sus cuatro ruedas; juguetes que todo el mundo podía comprar sin menoscabo de su economía, y que hacían que los niños, fueran muy felices, o por lo menos, decir, cómo con tan juguetes tan modestos, se llenó tanto la infancia de los niños.

Texto: Germán Gómez.

Fotos: Archivo de Germán Gómez

sábado, 7 de febrero de 2015

EL CABANYAL CON EL CAMBIO DEL SIGLO

 
1900 el cabanyal con el cambio del siglo
Archivo de Rafael Solaz

Eran días de “recuentos”.  El cambio de siglo invitaba a ello. Al mismo tiempo la ocasión para mejorar los servicios que comunicaba Valencia con el Cabanyal que ya había dejado de ser el “Pueblo Nuevo del Mar”, por más, que como tal se mentara en aquellos días. Es el tiempo quien se encarga de cambiar los nombres y no el “boletín oficial”.

Un 23 de junio de 1900 el tranvía eléctrico cruza por vez primera sus calles. Antes lo había hecho el Ravachol con su nube de gas. Se facilitaba así el acceso a un nuevo Teatro de La Marina (que había sido inaugurado en 1865, anteriormente de las Delicias) gustosamente restaurado para un barrio que ya se aproximaba a los 15.500 vecinos.

Las relaciones comerciales ciudad/marítimo aumentaban en número y en unas elecciones municipales el blasquismo conseguía su triunfo. Los nuevos aires republicanos repercutían en las fiestas locales, con jornadas de huelga, cierre de calles y corte de tranvías.

Procedentes de Filipinas llegaban barcos con miles de heridos y moribundos, recreando en el puerto páginas de llanto y desolación.

Mientras que en el Balneario de Las Arenas, que había sido inaugurado a finales de siglo, la sociedad pudiente valenciana se complacía mediante conciertos a cargo de la Banda de Música del Patronato.

Había comenzado un nuevo siglo. Todo iba a ser diferente.

viernes, 6 de febrero de 2015

BLASCO IBÁÑEZ ENCARCELADO EN EL CONVENTO DE SAN GREGORIO - VALENCIA LITERARIA

Blasco IbanŢez en la Carcel de San Gregorio

En el Convento de San Gregorio (1343), convertido tras la Desamortización en prisión, estuvo detenido Vicente Blasco Ibáñez, quien fue detenido el 27 de octubre de 1898 por publicar un manifiesto acerca de la cuestión local de la fábrica de gas. EL 1 de noviembre fue puesto en libertad.

En aquella época se publicó su libro Cuentos Valencianos, donde se recogían varios cuentos como Dimoni, Cosa de hombres y El dragón del Patriarca, y se comenzó a publicar su famosa obra La Barraca en el diario El Pueblo.

La cárcel (convento) de San Gregorio se encontraba en la calle San Vicente, en el lugar que ocupa en la actualidad el Teatro Olympia, regentado por la familia Fayos.

Y, otra curiosidad, cuando se demolió el convento en el año 1911, el reloj de su torre de instaló en la iglesia de Benimaclet, donde sigue en la actualidad.

Fuente:Vicente Blasco Ibáñez, de J.L. León Roca (Ed. Ayuntamiento de Valencia, 1997).


Texto de Mauro Guillén

jueves, 5 de febrero de 2015

EL PALACIO DE CERVELLÓ, SU IMPORTANCIA HISTÓRICA

 
palacio del Conde de Cervellon en 1870 1870 – Foto de J. Laurent

Con la desaparición del Palacio del Real en la guerra contra el francés, el de los Condes de Cervelló iba a tomar una gran importancia para la historiografía española debido a los acontecimientos que en su interior se iban a producir a lo largo del siglo XIX, convulso por excelencia. 

El Palacio fue el centro de la vida política nacional, ubicado en la plaza de Predicadores y frente a la Capitanía General. Todo un referente y epicentro de la vida social y política durante toda la centuria. O casi.

Fernando VII, el Deseado por muchos, truncó la Constitución liberal de 1812 firmando el decreto de su abolición en el interior de sus paredes.

1814_Manifiesto_de_los_persas

El Manifiesto de los Persas había ido tomando cuerpo entre las sombras del Palacio, “Dado en  Valencia á 4 de Mayo de 1814”; en el mismo lugar y en 1840, donde María Cristina abdicó de su Regencia. La Reina Isabel II tuvo en el palacio sus habitaciones, hasta que tras la "revolución de 1968: la Gloriosa", hallándose de vacaciones en San Sebastián, marchara al exilio francés, todo ello como consecuencia de la presión del pacto de Ostende que tramaba por su abdicación, dirigido por el General Prim.

Pocas veces Valencia tuvo tanto protagonismo y durante tantos años en la política nacional, tan solo en el siglo XV bajo el reinado de Alfonso el Magnánimo.

Cuatro largos siglos tuvieron que pasar. Tras el XIX, el “levante feliz” y poco más.

miércoles, 4 de febrero de 2015

EL PARTIT

siglo xiv el partit

También conocido como “Pobla de les femelles pecadrius”. Así se llamaba en Valencia a un prostíbulo considerado como el más importante de Europa. Visitado por viajeros que llegaban a nuestra ciudad, tuvo tres siglos de existencia hasta finales del XVII, años en los que estaba prohibida la prostitución fuera de su regulación y cuidados.

Ocupaba el prostíbulo un barrio amurallado por un cerco construido en 1392 habilitado de una sola puerta de entrada, aunque con anterioridad ya se ejercía el viejo oficio por la ciudad. 

Situado en la zona comprendida en la actualidad desde las esquinas del mercado de Mosén Sorell, limitado a ambos lados y como referencia por las calles Corona y Liria en aquel interior del actual barrio del Carmen. Las leyes regulaban la libidinosa actividad y se cuidaban las debidas atenciones sanitarias para evitar contagios entre quienes deseaban saciar su lujuria y las meretrices. La figura del Rey Arlot, procuraba dentro del recinto el cumplimiento de las ordenanzas dictadas por la Casa de la Ciudad, encargándose además del cobro de los impuestos.

En su único portal existía una horca como aviso amenazante a los que no procurasen el cumplimiento de las normas allí impuestas.

En su interior ejercían sus atenciones más de doscientas bellas mujeres, y en sus casitas con jardines adosados, dispuestas para la mejor limpieza, gozaban del mejor acomodo gracias a unos camastros de hasta tres colchones.

Nidos de calor al servicio de la lujuria.

martes, 3 de febrero de 2015

EL MARCADOR SIMULTÁNEO DARDO

 
años 60 - Marcador Dardo

Temporada 63/64 - El marcador simultáneo Dardo significó una época muy singular del fútbol español luciendo en lo alto de los estadios las tardes de domingo, de tal guisa, que era de gran utilidad para que desde las gradas el hincha supiera el número de aciertos que iban confirmando su boleto de quiniela; telegrama al instante de alcance nacional.

Marcador comercial por excelencia, se anunciaba en la prensa del día y bastaba con su recorte y resguardo al bolsillo para que durante el partido el apostante y a su vez aficionado al balompié (palabra que aún entonces se utilizaba y en la actualidad ha desaparecido de la jerga futbolística) identificara aquellos números que en movimiento al instante aparecían en el tanteador, tal y como avanzaba el juego, hasta que una llamativa flecha de color negro daba el final del encuentro; gracias a su ayuda se mantenía en el corazón del aficionado la ilusión por los catorce aciertos.

De gran popularidad  y eficacia, era el protagonista de la tarde del domingo, cuestión aparte del árbitro, quien siempre era el más mentado mientras rodaba el balón. Y en ocasiones, a lo largo de toda la semana, desde el pitido final de una tarde dominguera sembrada de almohadillas.

Descanso, jugador expulsado y ... ¡Penalty! Eran parte de los signos.

lunes, 2 de febrero de 2015

EL MERCADO CENTRAL EN CONSTRUCCIÓN

años 20 plaza del mercado

Desde su inicio, las obras para la construcción del Mercado Central fueron muy lentas, tanto desde el comienzo de los derribos iniciados en 1910, como cuando más de cinco años después, el 30 de diciembre de 1915, se procediera a la colocación de la primera piedra del que iba a ser uno de los mercados cubiertos de mayor superficie de Europa.

No sería hasta octubre de 1916 cuando se acordara el derribo de los pórticos y cuerpo central del Mercado Nuevo que había sido construido en 1839. Y es en 1917 cuando el Capitán General acepta el traslado de la Guardia del Principal a la Lonja enfrente, para dar mayor rapidez a unas obras (velocidad que por el momento no se logró) que no se terminarían hasta 1928 con su inauguración el 23 de enero, onomástica del Rey Alfonso XIII.

En los primeros años de la década de los veinte y por problemas económicos las obras estaban casi paralizadas, con mayor celeridad a partir de 1924.

Observamos en la foto (cuando la plaza aparecía en el nomenclátor como del Guerrillero Romeu) el mercado en plena ebullición, con los puestos en la calle y las vendedoras abrigadas del frío con sus puestos de verduras y frutas. El edificio de ladrillo cara vista y próximo a los Santos Juanes ya está terminado, a la espera de que lo sea en su totalidad, para  que el mercado callejero ocupe los puestos de tan singular obra modernista que con los años iba a tener un gran  atractivo turístico.

domingo, 1 de febrero de 2015

LA CUESTA DE ENERO

1930 Vendedor del mercado. Lugar desconocido. Ca. 1930

Archivo de Rafael Solaz

1930 Ca. – La cuesta de enero había dejado atrás su mayor desnivel, los bolsillos habían quedado escuálidos tras las fiestas navideñas y las pesadas curvas habían hecho añicos los riñones del vendedor que tras superar las dificultades, pedaleo tras pedaleo, observa entre dudas y quebrantos su puesto lleno de verduras sin que nadie les haga caso. Sabe los motivos. 

Cestas de mimbre y tablas de pino atiborradas de berzas y lechugas le hacen meditar en todo ello, mientras descansa sus fuerzas en el canto del banco. 

¿Qué vaticinará nuestro pensante amigo sobre el mes que comienza, sin cuestas ni aprietos?

El vendedor piensa en febrerillo el corto, ya en llano y con suave recorrido.  La experiencia de los años se lo dicta. Enero ha quedado atrás en la cuesta del olvido.