martes, 11 de noviembre de 2014

LOS PANELES PUBLICITARIOS DE BLANQUERÍAS



Los paneles cerámicos publicitarios de la calle de las Blanquerías, gracias a su céntrica posición, gozan de una notable popularidad entre los vecinos de la capital del Turia.
La atención que se les reserva se debe sin duda, además de a la
estética llamativa, a la sensaciones que evocan.
 
La ciudad cambia y evoluciona, pero estos paneles para muchos de sus espectadores “siempre” han estado ahí, anclados a las paredes exteriores del jardín del convento de San José y Santa Teresa en el Carmen. La cerámica con la que se realizaron es un medio familiar para los valencianos, pero a diferencia de otros que decoran varios edificios de la ciudad, el mensaje de estos alicatados es puramente comercial. O por lo menos lo era en su origen.

La empresa Philips en su época dorada en España, aceptó la solicitud de un avispado empresario valenciano, que imitando el éxito de los anuncios de principios del siglo XX, proponía tapizar los cruces de las carreteras nacionales y arterias más concurridas de ciudades y pueblos con paneles publicitarios de gran tamaño y desmesurada resistencia. El empresario se llamaba José Carpi Ibáñez, la publicitaria Jocary, corría aproximadamente el año 1957.

Si en diferentes puntos de la geografía nacional se siguen encontrando paneles de azulejos cerámicos con el logo de Philips, de Michelin o los icónicos carteles de Nitrato de Chile, en el término municipal de Valencia sólo sobreviven estos dos. La frase “¡Mejores no hay!” y la enorme bombilla encendida sin que nada le proporcione energía, los colores brillantes no obstante el paso del tiempo y los intentos de esconderlos, contribuyen a crear aquella sensación de extrañamiento y sorpresa casi metafísica que el público vive delante de algunas obras de arte.

No estamos muy distantes de la consideración que tenemos de estas emblemáticas publicidades. Fueron realizadas por anónimos artistas cerámicos con la preciada técnica del tubat (o entubado) perfilando puntualmente el dibujo en relieve con una jeringuilla casera obtenida de una cámara de bici y un pico metálico. Se depositaba pasta cerámica casi líquida sobre unos azulejos, reproduciendo el diseño creado por la oficina de comunicación de Philips en Madrid. Además de crear la imagen, los relieves permitían mantener separados los diferentes esmaltes coloreados en el momento de la segunda cocción de los bizcochos cerámicos, donando el aspecto peculiar que todavía hoy se puede apreciar. 

Cada uno de estos paneles que se enviaron a diferentes lugares de España representa un unicum, trazado por las manos pacientes de alfareros manisenses según una técnica de antaño, considerados como un puente que une la tradición cerámica local al mensaje comercial de un gran empresa, dejando huella visible en el tejido urbano.  A diferencia de la volatilidad que caracteriza la publicidad de hoy en día,  los alicataos de las Blanquerias permanecen casi inmutados reenviándonos a un pasado reciente y a sus ritmos bien distintos de los actuales.

Los alicatados publicitarios Philips de las Blanquerías fueron propuestos como Bienes de Relevancia Local (BRL) al Ayuntamiento de Valencia en 2012. Tras el aval de la Conselleria de Cultura, dicha postura no ha sido ratificada por los despachos municipales.  Las obras no figuran todavía en el listado de BRLs protegidos de la ciudad.

Se agradece a las numerosas personas que han permitido el éxito de esta investigación: técnicos y artistas cerámicos, personal docente de la Universitat Politécnica de Valéncia y de instituciones museísticas, antiguos trabajadores de Philips y anónimos ciudadanos. 

Texto y foto de Duccio Sanesi

3 comentarios:

  1. Muy buena entrada, genial. Efectivamente estos dos carteles forman parte de nuestro imaginario infantil, los hemos visto en miles de ocasiones, ajenos al paso del tiempo. Yo creo recordar, puede que me equivoque, que junto con estos dos carteles hubo en su tiempo en la msima tapia, un tercero (también de azulejos) anunciando otra marca.

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  2. A mi entender como profano del mundo del arte ,alguno de estos anuncios con mosaicos son verdaderas obras de arte. En la estación de ferrocarril de Pviedo, que comparten Renfe y Feve, en la zona de Feve, hay unos paneles con antiguos anuncios de ceramica, de diversos comercios de la ciudad, de los años 20 del pasado,siglo, fabricados en Valencia y que afortunadamente , no fueron destruidos en el derribo de la antigua estación y la verdad es que son dignos de admirar. Gracias por al post a los dos. Buen día y una armo. Gregorio

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  3. Son obras de arte propias de un coleccionista. Probablemente incluso las marcas pagarían por recuperar sus antiguos logos publicitarios. Cualquier diseñador de interiores los restauraría y emplearía en decoración.

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