martes, 26 de noviembre de 2013

LOS URBANOS

urbano años 30
Corrían los años veinte y la motorización iba apareciendo por el centro urbano de Valencia, por lo que en 1928 y dentro del servicio de la Guardia Municipal se creó la Sección de Circulación destinada a dirigir el incipiente tráfico rodado, dotada de veinticinco miembros conocidos popularmente como “urbanos”. Su uniforme era blanco en verano, mientras que en los meses invernales era de paño negro, pero siempre utilizaban el inconfundible y blanco salacot que los caracterizaba.
 
urbano navidad
Entre los años cuarenta y sesenta, cuando los vehículos se iban adueñando de las calzadas, para ordenar su circulación, la presencia de los urbanos era imprescindible, llegando a alcanzar una muy respetable popularidad como lo demostraba el hecho de que cuando se aproximaban las fiestas de Navidad, los usuarios del automóvil depositaban torno a sus pies o a la peana que los alzaban, los clásicos regalos navideños dejando un estampa de la Valencia entrañable de entonces.
Alcanzó una gran popularidad el guardia urbano, llamado cariñosamente “el manitas”, quien tenía su peculiar forma de dirigir la circulación. Tal fama alcanzó que incluso la gente se paraba para ver sus “actuaciones”, la forma de dirigir al tráfico rodado, gesticulando sus brazos, tanto por delante como por su espalda, los cuales movía con una precisión que llamaba la atención, incluso dirigidos a los peatones para que cruzasen la calle o lo dejaran de hacer. Hombre de estatura media, enjuto, gran mostacho, siempre con gestos de amabilidad y sonrisa en el rostro.
guardia trafico años 70Plaza de la Reina -  Archivo de Rafael Solaz

Contrastan las fotos del apacible urbano de los años treinta y el policía de tráfico que trata de ordenar la circulación en un día de fallas de los años setenta, cuando la presencia de los semáforos y la instalación tecnológica de la “Central del Tráfico”, los hizo innecesarios.

Con la colaboración en el texto de Germán Gómez.

2 comentarios:

  1. ¡Que bonitas las tres fotos! Incluso nuestro querido 600 y el 2 caballos. Cuanto ha evolucionado todo. Era bonito ir a ver los regalos que les dejaban en las navidades.
    Una vez mas, gracias

    ResponderEliminar
  2. Amparo, aquellas estampas navideñas con los urbanos recibiendo regalos dejaban un sabor entrañable. Hoy es una quimera pensar en ello.
    Saludos.

    ResponderEliminar